La decisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de presentar el próximo mes de enero el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2019 obedece a una voluntad de trasladar a los ciudadanos el mensaje de que el Ejecutivo es el que marca los tiempos y tiene la iniciativa política, según explicaron fuentes del Palacio de la Moncloa.
Sánchez anunció el martes que, a pesar de la debacle del PSOE en las elecciones andaluzas, su Gobierno sigue determinado a continuar la hoja de ruta que se fijó tras la moción de censura. Y eso incluye la aprobación de un nuevo proyecto de cuentas públicas.
En este sentido, fuentes de Moncloa han atribuido el anuncio a la decisión de Sánchez de enviar el mensaje de que el Ejecutivo es “autónomo” y “no va a ir a la zaga de los demás”. “El fin de la etapa del disimulo”, han calificado a esta decisión que, según subrayaron, obligará “a que cada uno se retrate” en las Cortes Generales.
El maquinista
Así, es un mensaje de autonomía frente a los partidos independentistas. “El Gobierno no es dependiente del mareo de los partidos independentistas”, indicaron las mismas fuentes sobre este anuncio con el que el presidente quiere dejar claro que él es el que marca el ritmo político.
A su juicio, en el actual contexto político “cada uno de los actores tiene que poner las cosas claras”. Por eso, el Consejo de Ministros aprobará el proyecto de Presupuestos y lo remitirá al Congreso para seguir negociando con el resto de grupos parlamentarios.
En las últimas semanas, Sánchez había sugerido que no presentaría las cuentas públicas sin tener atados antes los apoyos necesarios para que salieran adelante o, al menos, para que pudieran tramitarse en el Congreso y no fueran tumbadas en el primer debate de enmiendas a la totalidad.
Frente a esto, la voluntad de aprobarlos anunciada el martes llega después de las elecciones al Parlamento de Andalucía y los malos resultados obtenidos por el PSOE. “La política es el arte de la voluntad y la estrategia”, justificaron las fuentes de Moncloa, que apuntaron que, en este caso, la estrategia es conseguir una mayor adhesión de la ciudadanía a la iniciativa gubernamental.
Para ello, recurrieron a un símil ferroviario justificando que el Ejecutivo siempre debe estar al frente de la locomotora y no puede quedarse en el vagón de cola. “El presidente confirma con sus decisiones que actúa de maquinista de la locomotora”, resumieron.
La intención de Sánchez de presentar los Presupuestos en enero fue calificada por el PP de “cortina de humo” para tapar el batacazo de los socialistas en Andalucía y, por el momento, sigue sin contar con apoyo suficiente.