La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró que desconocía la existencia de la supuesta trama de corrupción en la empresa estatal Petrobras, pero remarcó que el Gobierno ya había pedido toda la información necesaria para depurar responsabilidades en caso de que sea necesario, según explicó en una entrevista concedida al periódico ‘Estado de São Paulo’.
“No tenía la menor idea de que eso pasaba dentro de Petrobras”, dijo, asegurando que no tuvo “ninguna de desconfianza” en relación a los “malos hechos” que supuestamente ocurrieron en la compañía pública mientras era la directora de su Consejo de Administración.
Al ser preguntada sobre si tuvo presiones para mantener en la dirección de la empresa al equipo que la dirigió durante el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva explicó que sustituyó “a aquellos que no consideraba los mejores para el equipo”.
Rousseff, que se vio directamente salpicada por este escándalo en medio de la campaña para su reelección, quiso subrayar que “si hubo alguna cosa, como todo indica, todas las sangrías que eventualmente pudieran existir ya han parado”.
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Además, afirmó que ya había dado órdenes al ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, para obtener más información de la Policía Federal. “Si hubiera algún trabajador del Gobierno, cualquier persona del Gobierno involucrada, nos gustaría tener acceso a las informaciones para tomar las medidas necesarias”, indicó.
Para esquivar las acusaciones contra el Partido de los Trabajadores (PT) argumentó que no es que ahora haya más corrupción, sino que se investiga más: “Quien no investiga no descubre. No hemos metido nada en el cajón. No hemos dejado nada escondido bajo la alfombra. Lo que ha aumentado es la investigación”.
A este respecto, Rousseff advirtió a los demás partidos en contra de intentar sacar ventaja electoral del escándalo de Petrobras.