
Señora directora:
No puede pasar desapercibido que el pasado 28 de abril se proyectaron en Segovia dos pases de “La sirvienta” (Pablo Moreno, 2023). Esta película no es solo ni principalmente una hagiografía de Santa Vicenta María López Vicuña, fundadora de las “Hijas de María Inmaculada para el Servicio Doméstico y Protección de la Joven”, congregación religiosa cuyo objetivo era atender a las jóvenes que, lejos de su hogar, se veían obligadas por razones de trabajo a vivir en el hostil Madrid del último tercio del siglo XIX. La película es un ejemplo de verdadero feminismo, de hechos (y no solo palabras) a favor de la promoción de la mujer. La película deja ver los desvelos y esfuerzos de Vicenta María por dignificar, proteger, dar cultura, asistencia material y espiritual y mejorar condiciones laborales de esas vulnerables chicas. Esfuerzos y desvelos que, como también se ve en la intriga de la película, las religiosas de María Inmaculada prolongan hoy 2023 entre la juventud femenina.
Abundan reivindicaciones y acciones por la mujer que hacen mucho ruido, pero con riesgo de quedarse solo en sociologismos baratos. Necesitamos partir de una antropología sólida (véanse en esa línea los trabajos académicos y aportaciones científicas de la Cátedra de Estudios de la mujer de la Universidad Católica de Ávila). “La sirvienta” es una muestra de hechos por la verdadera promoción y defensa de la mujer. Santa Vicenta María se dejó la vida en ello. La Iglesia ya reconoció su santidad. Celebremos que el cine ayude a difundir su trabajo social por la mujer.
Dra. María Ángeles Martín del Pozo