Irán acota el cerco a la oposición tras el estallido de la nueva rebelión

El Consejo Superior de Seguridad Nacional confirma que ocho personas perdieron la vida el pasado domingo en los enfrentamientos entre agentes y manifestantes.

El régimen iraní recrudeció ayer su ofensiva contra la oposición, con el arresto de al menos siete activistas apenas 24 horas después de que estallaran en el país las peores y más cruentas protestas de los últimos seis meses.

Según los opositores, las Fuerzas de Seguridad detuvieron a dos colaboradores del ex presidente del país, el reformista Mohamad Jatamí, y a tres asesores del líder del movimiento verde y ex candidato presidencial, Mir Husein Musaví.

La página web Jahannwes explicó que varios agentes arrestaron a Morteza Haji, ex ministro y director general de la Fundación Baran, y a su adjunto Hasan Rasulí, en su casa, ambos cercanos a Jatamí.

Asimismo, fueron detenidos Ghorban Behzadian Nayad y Mohamad Bagherian, miembros de la plataforma electoral de Musaví, según explicó la televisión estatal por satélite PressTV.

Horas antes, el portal Jaras, gestionado igualmente por la oposición, informó de que la Policía detuvo al ex ministro iraní de Asuntos Exteriores, Ibrahim Yazdi.

Ninguno de los datos pudieron ser corroborados por otros medios, ya que el Gobierno ha prohibido a la prensa internacional trabajar en la calle y cubrir las manifestaciones.

El ex mandatario, líder del proscrito Movimiento Libre, fue uno de los principales actores de la revolución que en 1979 desalojó del poder al último Sha de Persia, Mohamad Reza Pahlevi.

Durante las pasadas elecciones, Yazdi expresó su apoyó al movimiento de Musaví, y se mostró favorable a un cambio en el actual régimen. Desde entonces, los opositores han aprovechado toda efeméride o celebración para renovar sus protestas contra el Ejecutivo.

Jornada sangrienta

El pasado domingo, miles de personas volvieron a salir a las calles en una jornada sangrienta en la que murieron al menos ocho personas, según cifras facilitadas por el Consejo Superior de Seguridad Nacional a la televisión estatal.

Los fallecimientos han ahondado la crisis política y social que Irán atraviesa desde los controvertidos comicios y han colocado al régimen ante una compleja encrucijada.

Además, han ampliado un poco más la brecha que parece dividir a la clase política y al estamento religioso, a parte de incrementar el descontento popular.

Además de en Teherán, también se produjeron protestas en otras ciudades, como Shiraz e Isfahan. Fuentes diplomáticas apuntaron que las manifestaciones son «las más graves en los últimos seis meses» y que las consecuencias de la represión en un día religioso tan señalado «probablemente aparezcan en un futuro cercano».