
Señora directora:
Esta es la disyuntiva a la que nos someten nuestras autoridades competentes del Servicio Territorial de Medio Ambiente de Segovia a través de sus representantes en la Casa del Parque de las Hoces del Río Duratón. Recientemente he tenido conocimiento de la denegación de la autorización de paso a la Unidad Militar de Emergencia (UME) por parte de la Casa del Parque de Sepúlveda en estricta aplicación de la normativa que puede encontrarse en su página web: “con motivo de la temporada de cría, del 1 de enero hasta el 31 de julio es necesario un permiso para realizar la senda que transcurre del puente de Talcano al puente de Villaseca. Pueden transitar 5 personas cada 20 minutos”. Un efectivo de la UME pensaba desplazarse a la comarca a principios de febrero para realizar unos ejercicios de reconocimiento del terreno. La Casa del Parque no hizo ninguna excepción con los responsables de la UME ni propuso tampoco ninguna otra alternativa, como hubiera sido la concesión de un permiso especial para el desarrollo de dichos ejercicios. Como consecuencia, los responsables de la UME han decidido trasladar sus ejercicios a otro lugar. La estricta aplicación de las normas sería un hecho digno de alabanza si no se tratara en este caso de una institución tan útil e imprescindible para la conservación de nuestros montes y parques naturales como la UME, que ha venido demostrando a lo largo de los últimos años una eficaz labor en la extinción de incendios donde otras instituciones se han visto superadas, como hemos tenido ocasión de comprobar en nuestra propia Comunidad. Más aún, cuando nuestras autoridades tanto regionales como nacionales manifiestan sentir una profunda preocupación por el medio rural y su acuciante problemTa de la despoblación. La reciente renovación de la ‘Q’ de Calidad Turística del parque natural “Hoces del Río Duratón” debiera haber servido para compatibilizar el debido cuidado de las especies animales protegidas con un necesario desarrollo sostenible del turismo y las actividades económicas en los municipios adyacentes al parque. La presencia de los efectivos de la UME en el parque hubiera supuesto una inyección económica para los negocios de la zona que ven mermados dramáticamente sus ingresos en la temporada baja. Desgraciadamente, comprobamos cómo la denegación de la autorización a la UME parece dar prioridad al bienestar de los animales protegidos por encima de la supervivencia de las personas que habitamos el medio rural aledaño y tratamos de desarrollar la actividad hostelera en los duros meses de invierno.
Olegario Arranz Rodrigo