
Señora directora:
Cuando hace 3 años tomamos la difícil decisión de llevar a nuestra madre, Matilde Moreno Portal a la Residencia San Fernando, en La Granja de San Ildefonso, no sabíamos que íbamos a encontrar allí gente tan amable, cariñosa y por supuesto cualificada para no solo el cuidado de ella sino para darle ese amor y comprensión que nosotras día a día la dábamos, con un abrazo, una caricia o su infinita paciencia para hacer entender situaciones que a veces eran incomprensibles, como la vivida durante la pandemia. Sabíamos que allí iba a estar su nieta Ángela pero desconocíamos que había alrededor de ella un gran equipo.
En primer lugar, agradecer a la dirección de la residencia la exigencia, competencia y profesionalidad que garantizan unos cuidados de los residentes de gran calidad y confort, así como mucha tranquilidad y seguridad a sus familiares.
Agradecer, por supuesto, a las profesionales de recepción, auxiliares, enfermería, doctoras, limpieza, cocina… por la delicadeza, dedicación, cariño y respeto que muestran a nuestros mayores, tanto durante estos 3 últimos años de su estancia, como al final de sus días. Es una suerte contar con profesionales implicados de tal manera en una situación tan delicada como son los cuidados al final de la vida. Hay que resaltar la gran humanidad y ambiente tan familiar que existe en la residencia, así como el apoyo que nos hemos encontrado en todo momento para ayudarnos a encontrar consuelo.
Gracias a todos por el apoyo y por encargaros de hacer confortable y digno un momento tan duro.
Mil besos y un fuerte abrazo, hacéis un gran trabajo.
La familia de Matilde