La tecnología ha jugado un papel vital, sin lugar a dudas, en la evolución y el crecimiento de ‘Naturpellet’, una fábrica de pellet situada en la localidad segoviana de Sanchonuño, que desde sus inicios en el año 2014 no ha parado de crecer exponencialmente.
En todos los ámbitos de nuestra sociedad actual, las nuevas tecnologías tienen suma relevancia y como tal, el pellet no ha sido ajeno a ello. De hecho, la fábrica está muy digitalizada, equipada con un sistema amplio de sensores que permiten el control del proceso desde una pantalla.
Gran parte de esta innovación con la que cuenta Naturpellet frente a otras fábricas del sector se debe a su sistema de sensores, ya que la planta se maneja durante gran parte del tiempo únicamente con dos personas. Cada fase de proceso productivo está equipada con un sistema de sensores que detectan cualquier tipo de anomalía. Esto hace que un solo controlador desde la sala de control pueda saber lo que sucede en cualquier punto del proceso, y si hay una alarma o anomalía, solucionar las incidencias o modificar los parámetros.
La tecnología ha tenido tanta relevancia en la empresa que cuando el ingeniero industrial y Director General de la compañía, Roberto Bravo, diseñó la planta, lo hizo atendiendo a los mayores criterios de calidad, a pesar de las dificultades y complicaciones que esto suponía. Por ello, en ‘Naturpellet’ se combinan los mejores fabricantes de maquinaria de una forma magistral que les hace ser mucho más eficientes.
Todos estos recursos tecnológicos han convertido a la empresa en una compañía mucho más productiva. “Y por supuesto, que si tuviéramos que realizar de forma más manual muchos de los procesos, tardaríamos más en producir cada tonelada de pellet y esto reduciría nuestra capacidad, sin duda”, explica María José Tapia, Directora Ejecutiva o CEO de Naturpellet.
Además de la mejor tecnología que les diferencia y potencia, cuentan con un gran equipo humano, capaz de saber manejar esta planta de producción con maestría para que el rendimiento sea el máximo. Su personal está formado y capacitado para ello. Motivo por el cual con veinticinco empleados son capaces de asumir la producción y gestión de 60.000 toneladas de pellet anuales, —cifras actuales a las que consiguen llegar gracias a un proceso de ampliación que culminaron el año pasado, lo que les convierte en la tercera planta con más capacidad de nuestra país, y la segunda de nuestra Comunidad Autónoma, Castilla y León—.
El crecimiento de Naturpellet ha sido espectacular con el paso de los años. La planta comenzó su andadura en el año 2014 con una producción muy bajita, que fue aumentando poco a poco hasta llegar a las 40.000 toneladas anuales, capacidad productiva máxima de aquel momento.
Sin embargo, como aún así la demanda superaba su oferta, el año pasado finalizaron un necesario proceso de ampliación que les permitirá alcanzar 60.000 toneladas anuales.
Para conseguir un pellet de tan buena calidad han sido necesarias tanto la mejor materia prima como la más novedosa maquinaria y, por supuesto, el mejor equipo humano.
“Siempre comento que si a mi madre y a mí nos das la misma carne, no sacamos el mismo guiso”, comenta Tapia, haciendo referencia a que su personal es capaz de ‘cocinar’ el mejor pellet. “Nosotros les aportamos buenos medios y la mejor materia prima, pero son ellos los que dan el toque definitivo”.

LA ECONOMÍA CIRCULAR es un modelo de producción y consumo que prioriza el aprovechamiento de los recursos y la reducción de las materias primas con el propósito de prolongar la vida útil de los residuos para establecer una economía estable, incrementado la sostenibilidad y cuidado con el medio ambiente, otro de los puntos fuertes de ‘Naturpellet’, ya que su grupo empresarial engloba todas las partes del proceso del pino, desde su explotación sostenible en el monte hasta que llega a casa del cliente en forma de pellet, pasando por supuesto por la industria con los pallets.
Una vez que el pino llega a la fábrica de ‘Pallet Tama’ se descorteza — las ramas y la corteza la usan en sus propias calderas de biomasa para secar los pallets y el material del pellet, haciendo ecológico el proceso—. Entra en el aserradero para obtener los distintos elementos que componen el pallet y todo lo que no es un elemento de pallet se tritura en forma de serrín, astilla y viruta para transformarse en pellet. Así aprovechan todas las partes del pino, del mismo modo que se hace con el cerdo.
Con este modelo de producción, la eficiencia energética de la compañía es total, ya que el combustible que usan sus calderas proviene de los propios pinos que utilizan después como materia prima.
Además, el pino es neutro en emisiones de CO2 —ya que está demostrado que absorbe mucho más dióxido de carbono durante su vida que el que emite al quemarse—. Y esto es extensible a su pellet, ya que al fabricar pellet exclusivamente con madera de pino, este pellet es totalmente neutro en emisiones de CO2.
Tanto la sostenibilidad como el respeto por el medio ambiente están inscritos en el ADN de está fabrica segoviana, pues tanto su filosofía empresarial como su trabajo diario se basan en alcanzar algunos de los objetivos ODS de la Agenda 2020-2030.
En concreto, en el objetivo 7 de garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna, cuya principal meta es aumentar considerablemente la proporción de energía renovable en el conjunto de sus fuentes energéticas; y el objetivo 15, centrado en la gestión sostenible de los bosques y de lucha contra la desertificación, centrado en promover la gestión sostenible de todos los tipos de bosques, así como poner fin a la deforestación, recuperar los bosques degradados e incrementar la forestación y la reforestación a nivel mundial.
Prima la calidad
“Aunque no siempre es fácil, y menos en un mercado como el del pellet, con los años el público ha llegado a valorar la importancia de alimentar sus máquinas y calderas con un pellet de calidad y no tener tanto en cuenta el precio. Al principio luchábamos contra pellets más económicos pero de peor calidad, aunque desde hace un tiempo el público valora nuestra apuesta por hacer el mejor pellet del mercado”, comenta Tapia, al tiempo que añade que “esto nos ha hecho tener la necesidad de ampliar nuestra capacidad productiva, ya que no éramos capaces de dar respuesta a la demanda en constante aumento”.
Con buena tecnología, amplia capacidad productiva y personal cualificado — que ayudan enormemente en eficiencia en costes— y un aumento progresivo de la demanda, la empresa hace que su visibilidad sea más sostenible en el tiempo.
EL POSICIONAMIENTO EN EL MERCADO “a veces nos resulta un poco complicado, ya que nuestra publicidad la dirigimos al consumidor de pellet, aunque nuestro cliente es el distribuidor al que se lo compran. Por ello, entre nuestras estrategias de comunicación nos focalizamos en dar conocimiento de la marca, a poner ardillitas por todas partes, y a que el consumidor conozca nuestra filosofía de compromiso con la calidad y la sostenibilidad del medio ambiente”, explica Tapia.
También tenemos presencia en diversas redes sociales, como Facebook, Twitter y Linked In, o en diversos medios informativos a través de los cuales compartimos noticias e información sobre pellet.
“Y cuando, a través de alguno de esos medios, nos llegan solicitudes, lo que hacemos es derivárselas a alguno de nuestros distribuidores, porque nosotros no vendemos al cliente final del pellet”.
Una cuestión que les ayuda mucho —que no se llevo a cabo por motivos de marketing sino ecológicos— es ser los únicos con un saco de papel, un distintivo realmente potente.
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