“Velamos por nuestra profesión y por la salud visual del ciudadano”

Amparo Martín Navas Delegada del Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León, COOCYL, en Segovia

El Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León, (COOCYL) lleva años trasladando a la Consejería de Sanidad la necesidad y relevancia de incluir a estos profesionales sanitarios de la visión en la sanidad pública. Para conocer de primera mano sus reivindicaciones y la situación actual de estos profesionales, EL ADELANTADO conversa con Amparo Martín Navas, delegada del Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León en Segovia.

— ¿Cuáles son las funciones del COOCYL?

— Las funciones del COOCYL, aunque están bien detalladas en los estatutos, se pueden resumir en la frase: Velar por nuestra profesión y la salud visual de los ciudadanos.

— Desde hace años, el Colegio de Ópticos- Optometristas lleva trasladando a la Consejería de Sanidad la necesidad e importancia de incluir a estos profesionales sanitarios de la visión en la sanidad pública. ¿Qué beneficios supondría la incorporación del óptico-optometrista en Salud en Castilla y León?

— El principal beneficio indudablemente sería reducir las abultadas listas de espera que soportan los servicios de oftalmología de la comunidad, así como garantizar una atención de calidad en la salud visual.

En el 76% de la población pediátrica y en el 30% de la adulta, los motivos de derivación a oftalmología se corresponden por problemas relacionados con la agudeza visual.
Curiosamente, Castilla y León fue la primera comunidad autónoma en España, junto con Navarra, en reconocer la categoría profesional sanitaria del Óptico-Optometrista en 2004, pero ahí se quedo.

Sin embargo en el resto de España ya son once los territorios que cuentan con óptico-optometristas en su sistema autonómico de Salud.

Es una lástima que una Comunidad Autónoma que cuenta con estudios de Grado en Óptica y Optometría desde hace casi 27 años en Valladolid (Uva), sufra una fuga de talentos, compañeros, que podrían aportar mucho al sistema y al final tienen que irse a otras comunidades o a otros países.

— Como experta y persona cualificada, ¿Qué importancia real tiene incluir a los ópticos-optometristas en el sistema?

— Mi experiencia personal podría claramente contestar esa pregunta, mi médico de atención primaria me solicitó una consulta para el servicio de oftalmología de manera preferente a primeros de marzo y la cita de la consulta llegó para el 2 de agosto, así que estamos hablando de cinco meses en preferente.

Tanto mediante el establecimiento de unidades de Optometría en ambulatorios como formando parte de los servicios de Oftalmología en hospitales, el ahorro para el SACYL que supondría esta cartera de servicios en salud visual sería considerable, no sólo en términos económicos, sino también desde el punto de vista de la reducción de las listas de espera y el beneficio para la salud visual de los segovianos.

Centros privados de esta ciudad ya se han dado cuenta de ese beneficio y tienen incorporados optometristas en su cartera de profesionales sanitarios.

La situación de las listas de espera de Oftalmología en Castilla y León también avalan esta necesidad de mejorar este servicio, ya que según los datos últimos datos publicados por SACYL, a 31 de marzo de 2023, un total de 52.296 personas estaban en lista de espera para una primera consulta en Oftalmología, un 63% más que el año anterior ¿Cómo se podría mejorar este servicio? ¿Qué ahorro supondría en costes para el sistema la incorporación del óptico-optometrista a Sacyl?

— El ahorro sería muy elevado según se desprende del informe, entregado ya a la Consejería de Sanidad, sobre la ‘Ampliación de cartera de servicios en salud visual: una aproximación de evaluación económica’, en el que se aplica una traslación de las cifras recogidas en un estudio nacional elaborado por el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas y la Sociedad Española de Optometría, teniendo en cuenta que la población de Castilla y León es el 5,13% del total de la española.

En concreto, de acuerdo con las derivaciones desde Atención Primaria, solo por problemas de agudeza visual –que se cuantifican en 74.000 personas al año en la población pediátrica y de 63.100 en la población adulta–, serían necesarias 31 unidades de Optometría en Castilla y León, 15 en pediatría y 16 en adultos, con un coste anual de 59.309 cada una, lo que supondría un desembolso de 1.838.579 euros, casi la mitad de los 3.642.300 euros de coste estimado en la actualidad”.

— ¿Qué supondría establecer unidades de Optometría en ambulatorios o en el seno de los servicios de Oftalmología?

— Obviamente, el óptico-optometrista no interviene activamente en procesos quirúrgicos, pero debido a su capacitación profesional y a las competencias legalmente reconocidas, su capacidad de filtro en problemas relacionados con agudeza visual supondría un alivio en las consultas de oftalmología de manera sustancial.
— ¿Qué pedirían a las instituciones para que la Sanidad Pública de Castilla y León disponga de una atención sanitaria correcta y completa y cuáles son por lo tanto sus reivindicaciones prioritarias?

— En mi opinión, España está llena de grandes profesionales y muchos de ellos, por supuesto, en la sanidad pública, y como no, en el servicio de Oftalmología. Pero la sanidad pública es lenta, porque hay muchos pacientes y poco personal, y el presupuesto es el que es.

Nosotros presentamos un análisis de ahorro económico junto con personal perfectamente cualificado, si el sistema no ve la ventaja es que están ciegos, pero habrá que confiar en Santa Otilia que nació ciega y recupero la vista, por eso es nuestra patrona.