
La compañía Switch Mobility ubicará su planta de fabricación de autobuses eléctricos en una parcela de 14 hectáreas en Soto de Medinilla, en los terrenos de la antigua azucarera de Acor, en el término municipal de Valladolid, donde invertirá 100 millones en tres fases para la generación de 2.000 empleos directos y 5.000 indirectos.
El CEO de la compañía, Andy Palmer, hizo el anuncio ayer durante un acto en la Casa de la India de Valladolid, que contó con la presencia del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, la delegada del Gobierno, Virginia Barcones, el alcalde de la ciudad, Óscar Puente, y la intervención telemática de la ministra de Industria, Reyes Maroto, junto otros implicados en el proyecto como el presidente de Acor, Jesús Posadas.
Andy Palmer destacó que la ubicación escogida es “perfecta”, a cinco kilómetros del centro de la ciudad, con vías de comunicación y una base de suministros “muy fuerte”. El alto ejecutivo constató que la primera piedra del proyecto, cuya colocación estaba prevista para ayer, se retrasa hasta el 18 de marzo, por la imposibilidad de los máximos acccionistas de la marca (familia Hinduja) de desplazarse desde la India por las restricciones de la pandemia.
“Líderes mundiales”
Con todo, afirmó que mantiene su previsión de sacar al mercado su primer vehículo a finales de este año, un autobús eléctrico de 12 metros “de vanguardia” diseñado para el mercado europeo, con una tecnología, dijo, que les convierte en “líderes mundiales” en vehículos eléctricos con baterías propias de última tecnología.
En suma a ello, Palmer explicó que la factoría se construirá en tres fases, la primera para la planta de producción de autobuses y el centro de I+D sobre una superficie de 20.000 metros cuadrados; una segunda para la producción de baterías, y una tercera para el centro de fabricación de sus vehículos comerciales eléctricos ligeros.