La Agencia Tributaria recaudó por el impuesto de matriculación en Castilla y León un total de 14,2 millones de euros entre enero y noviembre de 2021, lo que supone un 34,7 por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado. Un aumento que se produce pese a que la venta de vehículos en los once primeros meses del ejercicio en la Comunidad ha caído un 9,8 por ciento, que se traduce en 2.569 menos por la escasez de semiconductores y la caída de la demanda por la crisis económica generada con motivo de la pandemia del Covid-19.
En suma a ello, la recaudación aumentará mucho más a partir del próximo 1 de enero cuando entra en vigor la reforma del impuesto de matriculación y la nueva normativa de emisiones WLTP, tras el fin de la moratoria del Gobierno central.
El avance mensual correspondiente a noviembre de la estadística del impuesto de matriculación, publicado por la Agencia Tributaria indica que el incremento porcentual por la venta de vehículos nuevos en la Comunidad es tres puntos más que la media nacional -31,6 por ciento-, hasta los 436,9 millones de euros. De la cantidad recaudada por la matriculación en Castilla y León, el 55,9 por ciento corresponde a vehículos de gasolina; el 43,8 por ciento con el combustible diésel; y el resto, a otros, ya que no afecta a los modelos eléctricos y enchufables.
Tasa transferida
La cuota media que ingresó la Junta, al ser una tasa que está transferida a las comunidades autónomas, por cada vehículo con el impuesto de matriculación fue de 606 euros, por encima también de la media nacional -549 euros-. En concreto, la recaudación por cada vehículo en Castilla y León es la quinta más elevada del conjunto de España, por detrás de Cantabria -741 euros-, Asturias -719 euros-, Cataluña -668 euros- y La Rioja -666 euros-.
A la vista de los datos, la recaudación por la matriculación de vehículos en la región cayó a partir de julio, mes en que el Gobierno de la Nación decidió el aplazamiento de la entrada en vigor de la reforma del tributo para adaptarse a las nuevas exigencias medioambientales. Se prolongó desde entonces hasta el 31 de diciembre. Salvo en enero, en que se recaudó 1,1 millones de euros, el resto de meses hasta julio osciló entre los 1,7 y los dos millones de euros. Con posterioridad, por la moratoria, ningún mes ha sopresado los 800.000 euros. Y es que los umbrales del impuesto aumentaron un 20 por ciento para evitar un encarecimiento de entre 200 y mil euros por vehículo.
encarecimiento
El fin de la moratoria provocará un encarecimiento medio en torno al cinco por ciento por la compra de un vehículo, aunque variará en función de la marca y modelo, ya que el impuesto de matriculación va ligado a las emisiones de dióxido de carbono CO2 que homologa cada coche, furgoneta o camión. El cambio a una legislación más estricta motivará, por ejemplo, que muchos turismos salten de tramo en la tasa, lo que repercutirá en un aumento del coste del impuesto de matriculación.
El sector de la automoción ya ha advertido que la subida del impuesto de matriculación supondrá un duro golpe para una industria que sufre las consecuencias de la pandemia, con una caída de las matriculaciones de automóviles que, en el caso de Castilla y León, es del once por ciento en los primeros once meses de 2021, en comparación con el mismo periodo del año pasado.
De ahí que las patronales que aúnan este negocio hayan demandado otra prórroga y continuar con el alivio fiscal para dar salida a los vehículos que ya vendidos pero cuya entrega se ha retrasado por la crisis de los microchips.