Jornada de lluvia en la entrada a la Plaza Mayor de Segovia. / NEREA LLORENTE

La próxima semana de Navidad estará pasada por agua, será necesario usar el paraguas, y las temperaturas serán templadas en Castilla y León, donde la Nochevieja y el Año Nuevo se celebrarán con alguna precipitación, no generalizada, heladas por la mañana y las bajas temperaturas habituales de esas fechas.

La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, y el jefe de Predicción de la Delegación de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en Castilla y León, Jesús Gordaliza, han informado este viernes en rueda de prensa de la predicción para el invierno, los datos que han marcado el otoño y el balance hídrico.

Gordaliza ha explicado que este fin de semana el tiempo se comportará como en los últimos días, al menos hasta el domingo, con sol, sin precipitaciones, heladas y máximas por encima de lo normal, entre 10 y 15 grados.

Cambiará completamente la semana del 20 al 26 de diciembre, con precipitaciones de lluvia generalizadas, sobre todo en Nochebuena, la festividad de Navidad y el día 26, ha detallado Gordaliza.

La semana del 27 de diciembre al 3 de enero se normalizarán las temperaturas, hará el frío propio de la época, y precipitaciones de lluvia algún día, mientras entre el 4 y el 10 de enero las precipitaciones pueden ir a menos, las heladas continuarán y se registrará el fío habitual de esas fechas.

El jefe de Predicción también ha expuesto la tendencia del tiempo para enero, febrero y marzo y ha resumido que las temperaturas en enero se situarán dentro de lo normal, mientras en febrero y marzo experimentarán una anomalía positiva, serán un poco más agradables.

El trimestre será seco, sobre todo febrero, y en enero será necesario vigilar si llega la nieve a partir de 1.200 metros, un fenómeno que esta temporada ha empezado «demasiado pronto», con las nevadas que cayeron el 27 y el 28 de noviembre, una situación excepcional por la duración de dos días y la nieve acumulada sobre todo en zonas de la meseta.

Gordaliza ha citado la borrasca ‘Filomena’, que recorrió la Comunidad a principios del pasado año y que ha calificado de «inusual» en un enero que estuvo cargado de humedad, con la Península bajo cero y un choque de masas de aire excepcional, a lo que siguió un episodio de temperaturas mínimas.

Esa situación «es posible» que se repita pero con «muy baja probabilidad» dos años consecutivos, ha concretado el jefe de Predicción, quien ha advertido de que, con el cambio climático, parece que se incrementarán este tipo de situaciones.

En cuanto al otoño, que concluirá con el inicio del invierno el 21 de diciembre a las 16.59 horas, ha subrayado que se ha tratado de un periodo «normal» en cuanto a temperatura, con el septiembre más lluvioso del siglo XXI, y la excepción de las nevadas del 27 y 28 de noviembre.

Ha descrito el año hidrológico como ligeramente seco, sobre todo con falta de precipitaciones en León y Zamora, y una precipitación acumulada en el año natural «prácticamente normal».

La delegada del Gobierno ha recalcado la importancia de observar la prudencia en la carretera, con especial cuidado el 24 y 25 de diciembre, unas festividades en las que el agua dificultará la conducción en las carreteras, por las que transitarán muchos vehículos durante ese periodo.

Ha elogiado el trabajo de los cincuenta trabajadores de la Aemet en Castilla y León, un organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que permanece vigilante los 365 días el año y que aporta datos con un alto cumplimiento en sus predicciones, que contribuyen a que las administraciones tomen decisiones ante la forma en la que el tiempo afecta a la vida de los ciudadanos.