Los cazadores de Castilla y León iniciaron este martes, 15 de agosto, una media veda muy esperada. En ella, podrán lanzarse a capturar urracas, cornejas, conejos y zorros. Pero no cabe duda de que la especie estrella de esta época es la codorniz.
Sin embargo, su primer balance se encuentra por debajo de las expectativas que se habían creado, con un comienzo “muy malo” en las provincias del sur de la Comunidad. El presidente de la Federación de Caza de Castilla y León, Santiago Iturmendi ha achacado esto al comportamiento de la alada durante la primera luna llena de agosto, el día 10, cuando aprovechan para intensificar sus movimientos nomádicos hacia el norte, en busca de zonas más húmedas: “Esto hace que se reduzca el número de unidades en los campos regionales. Hemos llegado tarde, por resumirlo”, espetó.
En todo caso, las capturas han sido “flojas en general”. Si bien en el norte de la Comunidad se han anotado “perchas de seis u ocho codornices, y en algunas zonas se ha llegado a la docena si se tiene buenos perros”. Cifras que están muy lejos, en todo caso, de las 25 por cazador y día que permite la normativa autonómica. Iturmendi recordó que hace alrededor de diez días se observaban “bastantes más” que a día de hoy, pero “es típico con la primera luna llena de agosto, que aprovechan para moverse. Pone el ejemplo de la provincia de Soria, donde “hace unos días había bastantes codornices en espacios en los que hoy se han visto muy pocas”, algo que se ha generalizado en numerosos puntos de Castilla y León.
En el caso de Segovia, las cifras son incluso peores. Según afirma el Delegado Provincial de la Federación de Caza, José Luis Gómez San Frutos, el calor excesivo ha hecho desplazarse a la mayoría de ejemplares de codornices: “Según me han contado, la media está siendo de una o dos presas por cazador”, ha afirmado. Al estar al sur de Castilla y León, Segovia puede ser una de las provincias de la Comunidad más afectadas por este problema.

La Federación de Caza insiste en que se trata de una temporada “muy marcada por la sequía”, porque las malas cosechas de cereal influyen negativamente en la codorniz, ya que se siega muy pronto, principalmente en el sur de la Comunidad, e incluso algunas parcelas en verde, para forraje, con lo que los pollos salen de esas zonas en las que no se pueden guarecer. Iturmendi llamó la atención frente a las afirmaciones “sin fundamento” de grupos ecologistas que alertan de la caída de población de la codorniz. “Sus poblaciones están bien, lo que pasa ahora es que en cuanto se levantan las cosechas son animales que buscan la humedad y su cobertura hacia el norte”, responde. De hecho, en La Bureba burgalesa “aún hoy se cosechan trigos y hay cotos en esas áreas con trigos en pie, donde se mantienen las codornices”.
PRÁCTICAS “ABUSIVAS”
Según el juicio de Iturmendi, esta especie está en un “estado total de aprovechamiento razonable y racional. Cuestionar sus poblaciones es un error lamentable, y más aún sin censos y argumentos científicos y técnicos”, comentó, afirmando que la Federación de Caza sí dispone de investigaciones a través del proyecto Coturnix: “Contamos con técnicos de la máxima categoría y expertos en la codorniz, con tres años de desarrollo que han demostrado, con argumentos, pruebas científicas, censos y la colaboración de cazadores, que la población de codorniz es aprovechable y está en estado, no óptimo, pero sí muy bueno de conservación”.
En este sentido, el máximo responsable del ente federativo exigió al Gobierno central y a la Unión Europea que “dé un puñetazo sobre la mesa” para frenar las prácticas abusivas que desarrollan los países del norte de África en El Magreb, donde realizan capturas masivas de codornices con redes verticales de cientos de metros de extensión, con miles de ejemplares capturados: “Si nos ayudaran con eso ya sería la gota que colmaría el éxito de una especie emblemática de nuestro país”, deseó.
Por ello, invitó a los países europeos “a no ignorar estas barbaridades para que no lo hagan de forma abusiva”, ya que “son prácticas que pueden afectar a la especie de cara al futuro. “Nosotros hemos bajado los cupos de captura y reducido los días de caza en toda España; un sacrificio que debe ir acompañado de este esfuerzo por evitar estas masacres en El Magreb”, apuntó.

Como ya hemos dicho, además de la codorniz, también se puede cazar desde el pasado martes la urraca, la corneja, el conejo y el zorro, en una media veda que se extiende hasta el 17 de septiembre, y cuyos días hábiles son los martes, jueves, sábados, domingos y festivos de carácter nacional y autonómico, según establece Ley 4/2021 del 1 de julio, de Caza y de Gestión Sostenible de los Recursos Cinegéticos de Castilla y León. Habrá que esperar al 25 de agosto para poder cazar la paloma torcaz y la paloma bravía, dos aves, según afirma Iturmendi, con poblaciones que “viven un momento espectacular, con superpoblación enorme”, algo que se ve principalmente en Salamanca y en algunos puntos de la provincia de Ávila.
TEMPORADAS ANTERIORES
En relación a los resultados de capturas de codornices de temporadas anteriores, según los valores comunicados por los titulares de los cotos de caza, la media de capturas anuales a lo largo del último decenio se sitúa en 530.000 piezas, mientras que la temporada pasada fueron capturadas 513.000.
La evolución de los resultados de capturas de codorniz en las últimas diez temporadas presenta una tendencia estable, dentro de una horquilla cuyos valores mínimos y máximos estuvieron en torno a los 400.000 y 600.000 piezas de caza. Las provincias donde los niveles de captura de codorniz son más altos fueron Burgos, con el 36 por ciento de las piezas de caza de cada temporada, junto con el grupo formado por Palencia, León y Soria, en las que se abaten en cada una de ellas el 16% de las capturas. El resto de provincias se sitúan en torno al tres por ciento de las piezas.
Respecto al conejo, según los valores declarados por los titulares de los cotos de caza en sus memorias anuales de capturas, la media de piezas de caza abatidas en los últimos diez años se sitúa en 320.000 ejemplares y la pasada temporada se capturaron 380.000. La evolución presenta tendencias distintas en función de su área de distribución, con valores mínimos y máximos a nivel regional durante el último decenio que se sitúan entre 250.000 y 450.000 conejos por año. La provincia de Valladolid declara unas capturas anuales cercanas al 27 por ciento de las piezas cazadas, mientras que el grupo formado por Zamora, Burgos y Palencia alcanzan, cada una de ellas, el 15% de las capturas anuales. El resto de las provincias aporta el cinco por ciento cada una de ellas.
En relación a la previsión de capturas para la presente temporada, está condicionada por las condiciones meteorológicas del año, ya que la estrategia reproductiva de las especies de media veda se encuentra muy influenciada por estos factores. Los boletines meteorológicos correspondientes a fechas desde el inicio de la migración de la codorniz evidencian que el mes de marzo fue muy cálido en toda la Comunidad y muy seco en las provincias de Burgos, el norte de León y Palencia.
Durante el mes de abril, la meteorología no fue favorable y presentó valores aún más extremos tanto en relación con la temperatura como con las precipitaciones, con un déficit hídrico que llegó al 80 por ciento. Sin embargo, el mes de junio fue húmedo en toda la Comunidad, con una precipitación acumulada un 121% superior al promedio mensual, lo que conlleva que a nivel regional la suma de toda la precipitación acumulada haga que sea un año muy húmedo en la mayor parte de Castilla y León.