Un ejemplar de urogallo.

La Junta de Castilla y León destinará 1,21 millones a la ejecución de los trabajos de seguimiento y desarrollo de medidas de gestión definidas para el oso pardo y el urogallo en el Plan de Monitorización del Estado de Conservación de la Biodiversidad en Castilla y León a través de las Patrullas Oso y Urogallo de la Fundación Patrimonio Natural, complementando así los trabajos desarrollados por los agentes medioambientales y celadores de medio ambiente.

Para el oso pardo, las actuaciones que se llevarán a cabo consistirán en el seguimiento de su estado de conservación en las zonas de especial protección de la especie. En concreto, en la Sierra de Ancares, Alto Sil, Picos de Europa en Castilla y León, Fuentes Carrionas y Fuente Cobre. Los trabajos definidos consistirán en la realización anual de estimas del tamaño de la población mediante índices de abundancia en las zonas con presencia estable de la especie, junto con un seguimiento en la zona de corredor interpoblacional.

Según destacó la Junta, una parte del trabajo de las patrullas de seguimiento de oso pardo consistirá en acudir a avisos de indicios, observaciones directas de ejemplares, daños ocasionados por el oso que puedan contribuir a aportar datos confirmados sobre la presencia de la especie dentro de su área de distribución. “Estos datos son muy importantes para localizar animales en dispersión, nuevas zonas de expansión, de reproducción”.

Las patrullas no sólo acudirán a avisos de presencia de oso, sino que también realizarán rastreos y esperas dirigidas a zonas con posibilidades de localización de ejemplares de oso. De todos estos trabajos, y cuando se localicen indicios de la especie, se deberá cumplimentar la ficha oso en la que se reflejen todos los datos de interés sobre la observación. Y de todos los datos obtenidos se obtendrá el área de ocupación de las poblaciones de oso pardo en Castilla y León.

En el Plan de Monitorización también se fija que anualmente se deberá evaluar la calidad del hábitat para el oso pardo, mediante valoración cualitativa y cuantitativa de la disponibilidad de recursos tróficos. Las patrullas de seguimiento del oso pardo tomarán datos del estado de fructificación de las especies productoras de fruto en su área de trabajo, centrándose fundamentalmente en las formaciones de arándanos, pudios, cerezos, serbales, castaños, robledales y hayedos. Por último se ejecutará el plan de captura y radiomarcaje de oso pardo en Castilla y León, mediante la formación de equipos técnicos, veterinarios y de campo especializados en estas operaciones.

En cuanto a los trabajos de seguimiento del estado de conservación del urogallo cantábrico, se realizará en las zonas de especial protección de la especie, Alto Sil y Omaña, Ancares y Picos de Europa en Castilla y León.