La Denominación de Origen Rueda se ha sumado a la Asociación del Vino con Origen de Castilla y León (AVOCYL) para defender, junto a las otras diez denominaciones socias, el vino con origen “como elemento diferenciador y sello de calidad”, ha afirmado el presidente de la DO Rueda, Carlos Yllera.
Según explica este organismo en nota de prensa, la recién creada asociación aúna la fuerza y el impulso de las once denominaciones de origen vinícolas que la conforman: Ribera del Duero, Rueda, Bierzo, Cigales, León, Arribes, Arlanza y Tierra del Vino de Zamora; Valles de Benavente; Cebreros y Sierra de Salamanca.
En total, tal y como reflejan los datos registrados a 31 de diciembre de 2022, el colectivo representa a 11.829 viticultores de Castilla y León, 625 bodegas y 54.277 hectáreas de viñedo de la comunidad.
DEFENSA DE LA CALIDAD
Entre los objetivos a lograr, a medio y largo plazo, destacan cuatro pilares principales: la defensa de la calidad amparada por las denominaciones de Origen, las necesidades del sector a pie de campo; la lucha contra la excesiva carga burocrática y las mejoras para favorecer la promoción a nivel nacional e internacional.
“AVOCYL ya ha dado sus primeros pasos para alcanzar estas metas”, ha advertido Yllera, puesto que los representantes de las DD.OO que engloba AVOCYL se han reunido con el consejero de Agricultura de la Junta de Castilla y León, Gerardo Dueñas, y el director del ITACYL, Rafael Sáez, para fomentar la vinculación entre la asociación y las instituciones.
De hecho, han pedido a estas últimas que consideren a AVOCYL como un órgano consultivo para cualquier tema relacionado con el vino, y se ha puesto el acento en la importancia de defender el vino con origen como elemento diferenciador de calidad, procedente de una zona geográfica delimitada.
De esta manera, se concentran recursos en las denominaciones de origen y se evitan mensajes que puedan confundir al consumidor. Entre las denominaciones de Origen Castilla y León existe una gran preocupación por la creciente y descontrolada proliferación de proyectos de infraestructuras energéticas y su transporte, así como de otras actuaciones con consecuencias irreparables sobre el paisaje vitivinícola.
Por eso, el colectivo trabajará a pie de campo por defender el viñedo como patrimonio de España, buscando soluciones para que la actividad vitivinícola sea compatible con la actividad ganadera (con especial incidencia en el sector porcino).
De esta manera, AVOCYL pretende no poner en peligro ni la calidad de las cosechas ni un recurso tan vital para la lucha contra la despoblación en el medio rural como el enoturismo.
Por otro lado, la asociación solicitará ayudas para mantener y recuperar el viñedo antiguo como garantía de conservación de la biodiversidad, y otras cuestiones que afectan a bodegas y viticultores como los ajustes de la aplicación SIGPAC -Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas- o la dotación de recursos y personal de la Estación Enológica de Castilla y León.
También la lucha contra la burocracia será principal en una asociación que exigirá la simplificación documental frente a los diferentes organismos locales, autonómicos y nacionales.
Además, se centrará en buscar soluciones para solventar la discrepancia que existe entre los datos de la Sección Vitícola del Registro de Explotaciones Agrarias de la Junta de Castilla y León (REACYL) y el Registro de Parcelas de Viñedo de los Consejos Reguladores de Castilla y León, sin olvidar la prometida conectividad en el medio rural.
Por último, AVOCYL ha solicitado a la Junta de Castilla y León ayuda para defender el etiquetado del vino frente a las amenazas que suponen las decisiones parlamentarias de algunos países de la Unión Europea.