La escalada de los precios es una realidad desde hace semanas en Castilla y León. Lo demuestra el Índice de Precios al Consumo (IPC), que creció un 8,5 por ciento en febrero, pero sobre todo, cualquier visita del consumidor a su establecimiento de ultramarinos de toda la vida, al mercado de abastos o a un supermercado, donde los lineales revelan que el gasto para los hogares está desbocado.

La crisis de las materias primas, la sequía, la pandemia y el conflicto en Ucrania disparan la inflación principalmente en alimentación, a la que se suman la luz y combustible, mientras que los productos de higiene mantienen precios moderados y los electrodomésticos bajan. El estudio de campo en un supermercado de la Comunidad deja claro que la alimentación protagoniza y encabeza notablemente este impulso de los precios.

De este modo, productos básicos como el aceite de oliva virgen se han encarecido un seis por ciento en los último cuatro meses -entre el 9 de noviembre y el 9 de marzo-, y se encuentran alrededor de 4,20 euros el litro. Caso aparte es el aceite de girasol y su vinculación con el conflicto ucraniano, que ha motivado una gran demanda del consumidor y ha obligado a poner restricciones a los distribuidores, a pesar de incrementos en el precio de entre el 70 y el 80 por ciento, que lo sitúan en el entorno de los 2,50 euros.

También han aumentado su coste casi un diez por ciento el atún en aceite de oliva, tomate frito, huevos, galletas, cereales y, a menor ritmo en estos cuatro meses, elementos habituales en la cocina como son el vinagre, sal, azúcar, mayonesa, harina, lácteos o arroz, mientras que se ha mantenido estable en gran medida un componente como la miel. Hasta el agua mineral ha pegado el salto y las garrafas de cinco litros han elevado su precio entre ocho y diez céntimos en estos últimos cuatro meses.

Fruta y verdura

Por lo que respecta a las verduras, suben ligeramente la lechuga en la cesta de la compra, con 0,85 euros la de tipo ‘iceberg’; los puerros, con 2,2 euros el kilo; o el calabacín (1,69), mientras que se mantienen igual que en noviembre el tomate, zanahoria, patata, cebolla o el ajo.

En cuanto a la fruta, se contienen la manzana -la Golden está a 1,69 euros el kilo-, la pera conferencia (1,79) y las naranjas nacionales (1,49), mientras que fluctúa bastante el plátano canario, que en tres días diferentes puede situarse en 2,19 euros el kilo para saltar hasta los 2,79 y volver a caer hasta los dos euros.

Carne y pescado

Analizados diferentes tipos de carne y pescado, se observa incrementos en todo los productos analizados. Así, un filete de cerdo de aguja se ha disparado un 33 por ciento, al pasar de cinco a 6,65 euros el kilo en solo cuatro meses. Más moderados son los repuntes en el precio del añojo de ternera, que ha pasado de 10,69 a 11,39 euros, un 6,5 por ciento más, y el del pollo entero, un 7,7 por ciento hasta los 2,95 euros.

Por lo que se refiere al pescado, dos de los diez más consumidos en España son el salmón y la lubina. El kilo del primero cuesta hoy un euro más que en noviembre, al pasar de 7,5 a 8,55 euros; el del segundo, creció un 11,1 por ciento, hasta 7,5 euros. De este modo, los precios de estas piezas están en continua fluctuación, aunque en el conjunto de los alimentos interviene en gran medida la temporada.

Higiene personal y limpieza

Por lo general, los productos de higiene personal y limpieza del hogar se han mantenido en este periodo de estudio, pero ninguno ha bajado. Llama la atención el incremento de la lejía, detergente y suavizante, así como el jabón de fregar la vajilla o champú, papel higiénico o servilletas, con aumentos que no superan el diez por ciento.

Igualmente, se contienen los precios de productos como el agua oxigenada, limpia cristales, detergente para lavavajillas, gel, acondicionador, desodorante, colonias, pastas y cepillos de dientes, esponjas, compresas y crema de afeitar, entre otros.

Bajada de electrodomésticos

Del análisis realizado sobre una cadena de electrodomésticos, siempre observando la misma marca, se evidencia que este sería un buen momento para adquirir uno de ellos, pues prácticamente todos bajan. De hecho, los únicos que suben son los de pequeño tamaño, como tostadoras, sandwicheras o secadores de pelo.

Por el contrario, caen un cinco por ciento de media los frigoríficos, entre un siete y un ocho por ciento las lavadoras, alrededor de un 15 por ciento los microondas, y similar tendencia comparten los hornos De hecho, se anotan caídas del entorno del 25 y 30 por ciento para las planchas.