
La renta agraria alcanzó una cifra récord en 2021 y superó los 3.000 millones de euros, por encima del año histórico de 2008, cuando se situó en los 2.945,68 millones, con un crecimiento respecto a 2020 (2.828,94), del 6,3 por ciento. Los 3.007 millones se registraron con una cosecha de cereal de siete millones de toneladas, cuando en 2008 alcanzó los 9,4 millones, y el año de la pandemia, los 8,4, las dos de mayor producción registrada, lo que revela que los altos precios paliaron la menor producción.
Las cifras de las Cuentas Económicas de la Agricultura indican que la producción agraria total se situó en los 7.173,95 millones de euros, con un aumento del once por ciento en relación a 2020. La producción vegetal alcanzó los 3.767,59 millones, con un avance del 18,1 por ciento, gracias a que se disparó el valor de la cosecha de cereal un 34,4 por ciento, pese a ser bastante inferior a la de 2020, con 2.265,35 millones. La producción animal alcanzó los 3.102,12 millones de euros, con un aumento del 4,2 por ciento, con un avance del bovino de carne del 19,6 por ciento, con 611,76 millones; y del ovino y caprino, del 9,2 por ciento, con 168,35; y de la leche del 4,4 por ciento, con 615,45; aunque el porcino bajó un 2,2 por ciento, con 1.191,5 millones.
El consejero de Agricultura, Gerardo Dueñas, explicó que la subida de la renta agraria está asociada “no al incremento de la producción, sino al aumento de los precios de los productos agrícolas y ganaderos, que iniciaron su escalada a comienzos de 2021”. “El crecimiento del sector agrario en 2021 está derivado del buen comportamiento del sector agrícola y, fundamentalmente, de una cosecha aceptable de cereales y del aumento del precio medio pagado por los principales cereales de invierno (trigo, cebada y maíz)”.
Este crecimiento del sector, sin embargo, “no se mantendrá al mismo ritmo en 2022 como consecuencia de una cosecha inferior a la media (cinco millones de toneladas), si bien la evolución positiva de los precios medios de estos cereales alcanzados en 2022 van a permitir compensar en parte la inferior cosecha de cereales registrada”.
Por otro lado, indicó que aún en una situación global difícil, el comportamiento en conjunto del sector ganadero en 2022 está siendo “similar” al que tuvo en 2021, como consecuencia de una cierta recuperación de la demanda exterior y de una leve mejoría de los precios percibidos por algunos productos ganaderos. Sin embargo, Dueñas aseveró que se ha “agravado la problemática” existente en este subsector por el alto coste de la alimentación derivado del incremento de los precios de los piensos y también de la energía, la disminución de los pastos por el efecto de la sequía, al que se añade el problema de los bajos precios percibidos en determinados productos (leche de vaca y de oveja en menor medida) y el endeudamiento del sector, con inversiones cuantiosas.