La Diócesis de Osma-Soria ha ordenado el cierre inmediato de la histórica y emblemática ermita del Mirón (siglos XIII-XVIII), en la capital soriana, debido a la polémica suscitada tras la desafortunada restauración de varios motivos ornamentales (angelotes) del Barroco situados en la nave central.
La autoridad eclesiástica ha admitido esta desafortunada intervención conocida durante las últimas horas a raíz de una denuncia vertida en la red social X por el Colectivo Soria Patrimonio, lo que ha motivado una investigación anunciada por el alcalde, Carlos Martínez, ya que la ermita está protegida en el PGOU.
La polémica se centra en el repintado de una serie de angelotes barrocos alineados en la parte superior de las dos paredes que jalonan la nave central de esta ermita originaria del siglo XIII, época de la que únicamente se conserva el ábside, ya que el resto fue demolido y reconstruido en 1725.
El restaurador ha coloreado la abundante cabellera de estos amorcillos, e igualmente ha pigmentado las cejas, resaltado los ojos y retocado de un rojo intenso los labios de todas y cada una de las figuras moldeadas en yeso de color blanco.
El resultado, por su tosquedad y falta de destreza artística, recuerda la fallida intervención del Ecce Homo realizada en 2012 por una vecina en el santuario de la Misericordia de Borja (Zaragoza), en este caso sobre una pequeña pintura mural realizada a finales del siglo XIX por Elías García.
El cierre de la machadiana ermita de Nuestra Señora del Mirón, un espectacular mirador natural sobre el Duero, es la respuesta de la Diócesis a la decisión del alcalde de Soria, anunciada este viernes tras la celebración de la Junta de Gobierno Local, de investigar unos hechos que a estas horas tienen una extraordinaria repercusión nacional e internacional.
El alcalde, Carlos Martínez (PSOE), ha explicado a los informadores que la Diócesis solicitó una Declaración Responsable de Obras y Usos (DROU) para pintar el interior de la ermita, un mecanismo administrativo pensado para la ejecución de obras menores que no exigen licencia municipal.
A la luz del resultado, el Ayuntamiento ha incoado un expediente para investigar si se ha producido algún daño al patrimonio en la ermita, que no goza de la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) por parte de la autoridad autonómica, pero sí de una protección en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la capital.