Remontada para ser más líderes

El Atlético logra sorprender de inicio al Barcelona, pero termina con dos expulsados y con Augusto lesionado

El FC Barcelona llevó ayer en el Camp Nou una victoria muy importante ante el Atlético de Madrid (2-1) para el futuro desenlace del campeonato, en un partido gris de los de Luis Enrique ante un conjunto rojiblanco que jugó uno de los mejores partidos de la temporada y fue muy superior en muchas fases del partido, pero que pagó caras las dos expulsiones de Filipe Luis al borde del descanso y de Diego Godín ya durante la segunda parte.

El encuentro comenzó con un Atlético de Madrid presionando muy arriba la salida de balón del cuadro azulgrana. Algo que no tardó en dar sus frutos, ya que a los dos minutos de juego, Saúl, con un disparo desde media distancia que obligaba a la estirada de Claudio Bravo para que el balón no entrara en la portería.

Lejos de ser solo un aviso, los rojiblancos pasaron a controlar los primeros minutos del choque, ante un FC Barcelona que no encontraba el rumbo del encuentro. A la segunda que tuvieron, Koke tenía más suerte y marcaba el primer tanto del partido (min.10); un pase sobre la línea de fondo de Saúl con su pierna derecha, era aprovechado por el ‘6’ del Atlético de Madrid, que solo, en el punto de penalti remataba con el interior de su pie derecho a placer.

Tuvo que pasar media hora hasta que el conjunto azulgrana pudo fabricar la primera ocasión de peligro sobre la portería de Jan Oblak. Con una posesión larga y pausada, el uruguayo Luis Suárez terminaba la jugada y ponía en aprietos a la defensa, con un disparo que atajó el meta bosnio. Fue un minuto después, cuando Leo Messi, que no había aparecido hasta entonces, aprovechaba el pase de Jordi Alba en el interior del área y ante un bosque de piernas, ponía el balón en el interior de la red para empatar el encuentro.

Poco a poco se fueron igualando las fuerzas, con un Atlético que se veía obligado a replegar con el paso de los minutos gracias al juego de un FC Barcelona que se entonaba por momentos aunque sin la brillantez de otros encuentros.

Llegó poco, pero hizo daño cada vez que pudo el equipo catalán. Siete minutos después, un balón en profundidad al que pugnaban Luis Suárez y José María Giménez fue aprovechado por el uruguayo que, con un disparo raso que pasaba por debajo de las piernas del meta colchonero, adelantaba a su equipo.

La primera parte terminó de la peor forma posible para el ‘Cholo’ Simeone, que no solo veía cómo le daban la vuelta al marcador, sino que además se quedaba con un jugador menos tras la expulsión de Filipe Luis. El jugador brasileño realizó una entrada justo antes del descanso, tan innecesaria como dura, con la plancha por delante a Leo Messi en la línea divisoria y el técnico atlético se veía obligado a recomponer su entramado defensivo para la segunda mitad. El técnico rojiblanco optó por dar salida a Jesús Gámez en el lateral izquierdo y el perjudicado, en este caso, fue Gabi que se quedó en el banquillo.

Los primeros minutos de la segunda mitad, no parecieron notar la inferioridad los jugadores de la orilla del Manzanares. Con un Yannick Carrasco soberbio en velocidad y un papel fundamental de Saúl y Augusto en la medular, sostenían a un Atlético de Madrid que incluso tuvo varias ocasiones para lograr la igualada.

La más clara y que pudo cambiar el rumbo del partido llegó sobrepasado el minuto 55, cuando una cabalgada de Carrasco a banda cambiada, terminaba en un centro que Griezmann —que sigue sin estar acertado de cara a gol frente a los rivales de la zona alta— aprovechaba solo en el área pequeña, y que Claudio Bravo, casi sin querer, despejaba con los pies cuando iniciaba su estirada para desbaratar la oportunidad.

El Atlético de Madrid estaba siendo superior a su rival, dominando la posesión del balón y las sensaciones del encuentro. Pero en ese momento se complicaba aún más el partido, cuando el uruguayo Diego Godín veía la segunda amarilla por deslizarse en una entrada durante una jugada sin aparente peligro cerca del banderín de córner en la que se llevó por delante a su compatriota Luis Suárez, lo que dejaba a su equipo con nueve jugadores, a falta de casi 25 minutos.

Ni con esas caía sobre la lona el equipo colchonero, que continuaba buscando el empate, sabedor de sus limitadas opciones. Aunque la mala suerte continuaba con una nueva gancho directo en forma de lesión y el reciente fichaje Augusto Fernández se tenía que retirar en camilla con ostensibles muestras de dolor en su rodilla izquierda.

El primer parte médico del club madrileño informó al terminar el partido de que el argentino sufre una “lesión en la rodilla por gesto en valgo y flexión con afectación ligamentosa”, por lo que habrá que esperar al estudio con imagen para conocer el alcance.

Mientras tanto, el turco Arda Turan pudo disfrutar de algo más de 20 minutos e incluso pudo ajusticiar a su exequipo, cuando a los pocos minutos entrar al terreno de juego cogía un buen pase interior en el área y su disparo cruzado se marchaba a pocos centímetros de la portería de Oblak.

Muy poco ofreció el FC Barcelona, que se mostró muy pasivo a pesar de la superioridad durante toda la segunda mitad. Y pudo pagarlo caro ya en el tiempo de descuento, cuando una falta lateral a la que subió a rematar incluso Oblak pudo terminar en algo peligroso para los de Luis Enrique.

Con esta victoria, el los blaugranas consiguen tres puntos vitales en la lucha por la Liga BBVA y se queda como líder en solitario, tres puntos por encima del Atlético de Madrid y con un partido menos, el que deberá disputar ante el Real Sporting de Gijón.

Los colchoneros quedan sin embargo muy tocados con esta derrota, en una semana en la que dijeron adiós a la Copa del Rey al ser eliminados por el Celta de Vigo en el Calderón y con varias bajas para el próximo compromiso liguero, cuando recibirán a un Eibar en puestos europeos.