Esforzada victoria de Rafa Nadal ante Philipp Petzschner

El español supera al alemán en cinco sets y en tres horas y 45 minutos

El tenista español Rafa Nadal, segundo cabeza de serie y número uno del mundo, consiguió una sufrida victoria en cinco sets (6-3, 4-6, 6-7, 6-2 y 6-3) frente al alemán Petzschner en la tercera ronda de Wimbledon, tercer ‘Grand Slam' del año, para lograr el pase a los octavos después de un final épico en el que terminó con problemas físicos.

El mallorquín volvió a sufrir como le sucediese ante Robin Haase el pasado jueves. A pesar de encarrilar el partido con un gran comienzo, poco a poco el choque se le fue haciendo más cuesta arriba, al ver cómo el germano remontaba y se ponía por delante en el marcador para llegar a cinco largos sets, que el balear superó gracias a su capacidad mental. Nadal comenzó con la premisa clara de intentar cerrar el duelo lo antes posible y no dio a opción a su oponente en los primeros compases y consiguió romper el servicio de su rival nada más comenzar, para lograr una ventaja (2-0) que se convirtió en definitiva para el desenlace de la manga.

El primer set se cerró sin complicaciones (6-3) para el manacorí pero, lejos de venirse abajo, Petzschner supo reaccionar. La segunda manga estuvo igualada desde el principio y el germano consiguió ajustar errores. Mejoró su poderoso saque, lo que le llevó a mantener la iniciativa con más facilidad y los puntos se convirtieron en largos peloteos, que descolocaron al balear. Nadal tardó en entender el cambio de guión y el alemán aprovechó su incertidumbre para hacerse con el segundo set (4-6). Aunque quiso reaccionar, Nadal se encontró con un rival pleno de moral.

Además, el español acusaba el cansancio y ya no llegaba con tanta claridad a los insistentes golpes de su rival. Con ello, la tercera manga llegó a la ‘muerte súbita', en la que Petszchner hizo valer su saque para dejar al español en un situación comprometida (6-7). Sin embargo, para ganar a Nadal es necesario llegar hasta el final y no concederle ningún espacio.

Nadal se resintió de los problemas físicos en su rodilla, pero recurrió a la fortaleza mental, y reacciónó para embolsarse el cuarto parcial con superioridad (6-2). El alemán no supo frenar a un rival que creía contra las cuerdas. El vendaval del mallorquín que, sin practicar su mejor juego, llegó para romper el último y definitivo set. Nadal olvidó sus problemas y borró el saque de su rival con una colección de restos que le dejaron en bandeja la manga (6-3).