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El defensa del CD La Granja Cristian se marcha en velocidad de un rival del Atlético Bembibre. / NEREA LLORENTE

Hay caminos que sabes que debes recorrer, aunque estén llenos de peligros y de trampas. El CD La Granja sabe que el camino de la permanencia en la Tercera División está repleto de estos peligros, y por ello desde el inicio de temporada era consciente de que debía prepararse, de que tácticamente debía ser un equipo siempre ordenado, físicamente debía estar dispuesto a sufrir hasta el final, y psicológicamente debía aceptar que la calidad técnica de varios de sus oponentes le iba a someter durante buena parte de los partidos, pero que siempre iba a tener una oportunidad para dar la sorpresa.

Ayer, en la clásica ‘tarde de perros’ en el campo de El Hospital, donde coincidieron en noventa minutos todas las circunstancias meteorológicas menos el sol, el conjunto de José Luis Segovia supo sufrir durante la primera parte ante un Atlético Bembibre extraordinariamente ambicioso en busca de una victoria que dedicar a su técnico, que perdió a su madre pocas horas antes del choque, tuvo su mejor momento en el inicio de la segunda, cuando marcó un gol y no estuvo en absoluto lejos de hacer el segundo, y acabó empatando el duelo porque su rival demostró muchísima personalidad en el tramo final, igualando el partido y disponiendo de dos clarísimas ocasiones para haberse llevado los tres puntos.

El Atlético Bembibre suma un buen número de partidos sin conocer la derrota, y en el campo de El Hospital demostró que ello no es por casualidad. Con una solvente línea defensiva, en la que sobresalió Íñigo, un centro del campo con calidad y trabajo, más tres jugadores ofensivos como Modia, Lucho y Angulo, el conjunto berciano que dirige Ministro sometió de manera total al equipo granjeño, que en apenas un par de acciones logró llegar con el balón más o menos (más bien menos) controlado cerca de la portería de un Ivanildo que se pasó toda la primera parte haciendo ejercicios para no quedarse frío, porque no llegó a tocar el balón.

AGUANTANDO EL TIRÓN

En la otra portería, a Truji le calentó Lucho, que en el minuto ocho realizó una acción de mucho mérito remontando la línea de fondo con mucha calidad para terminar lanzando al palo corto, Angulo en un remate que acabó en gol, pero que fue anulado por fuera de juego, (el colombiano cayó en muchos), y Modia, que cumplido el primer cuarto de hora se aprovechó de un error de Pluma para rematar, aunque el capitán granjeño se rehízo de su primer error a tiempo.

El CD La Granja no quería renunciar a su estilo de toque, pero el riesgo era enorme por la presión a la que le sometía su oponente, que tuvo muy cerca el 0-1 en un chut cercano de Modia que despejó Truji, y un posterior remate de cabeza que sacó Kike cerca de la línea de gol. Cuando el árbitro señaló el descanso, los locales respiraron, y los visitantes sintieron que el rival se les había escapado vivo.

Y tan vivo, porque el CD La Granja que salió al terreno de juego en la segunda parte poco tuvo que ver con el del primer tiempo, como tampoco tuvo que ver el inicio del partido del Bembibre, con el que tuvo tras el descanso, bastante más frío y mucho menos incisivo en la presión, dejando el metro justo para que los pivotes segovianos consiguieran lanzar a las bandas. Cristian, absolutamente inédito durante 45 minutos, protagonizó las mejores acciones locales tras el descanso, junto con un Koby que encontró la manera de hacer ‘cosquillas’ a la defensa local entrando por la banda derecha.

Un envío del segoviano a la frontal fue muy bien rematado por Piti, pero Ivanildo respondió con una gran intervención, en la jugada que fue el preludio de una de las claves del choque, ya que un excelente envío de David Arranz desde la izquierda iba a ser cabeceado por Cristian, que recibió el empujón de Samu. El árbitro, muy bien colocado, señaló el punto de penalti, pero el castigo fue doble para el Bembibre, porque el propio Samu recibió un fortísimo golpe de Ivanildo, que había salido a intentar despejar. El mediocentro berciano, groggy durante varios minutos, fue evacuado al centro de salud del Real Sitio, con una más que probable fractura del tabique nasal.

EL PRIMERO… Y CASI EL SEGUNDO

Cristian marcó desde los once metros, y durante un cuarto de hora estuvo bastante más cerca el segundo gol local que el empate. De nuevo Cristian tuvo en sus botas la posibilidad de marcar, pero en el mano a mano Ivanildo le ganó la acción, que generó bastantes dudas en la grada acerca de la posibilidad de que el guardameta visitante hubiera trabado los pies del segoviano antes de arrebatarle el balón.

Choflas también tuvo una gran oportunidad, pero Íñigo sacó el 2-0 en otra acción de contragolpe granjeña a doce minutos para el final, cuando el partido comenzaba a cambiar de signo, porque el Bembibre acertó con los cambios, y la entrada de Dani Martínez puso en jaque a los locales, primero con un gran lanzamiento de falta que se marchó no demasiado lejos de la escuadra de Truji, y posteriormente consiguiendo el gol del empate en una gran acción combinativa por la banda izquierda que fue culminada por el delantero visitante cruzando el esférico ante la salida de Truji.

Con el partido roto en los minutos finales, y los dos equipos perdiendo opciones claras de contragolpe porque el cansancio hacía mella, tuvo el Atlético Bembibre dos oportunidades extraordinarias para haberse llevado los tres puntos. En la primera de ellas, Truji realizó una grandísima intervención a remate de Dani Martínez, y posteriormente Basalo envió fuera. En la segunda, que llegó tras un saque de esquina, Íñigo cabeceó fuera desde la frontal del área pequeña. El Bembibre se lamentó de la ocasión fallada, mientras que el CD La Granja respiró aliviado por haber sumado al menos un punto, porque es cierto que tuvo los tres en la mano, pero también que pudo haberlos perdido en las últimas acciones del partido. El camino es largo, y difícil, y avanzar pasito a pasito es mejor que quedarse parado.