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Los jugadores del CD La Granja Rogero, Terleira y Dani Lázaro celebran un gol en el campo de El Hospital. / NEREA LLORENTE

Importante victoria la que consiguió el CD La Granja en el campo de El Hospital frente al Mirandés B, al imponerse por 2-1 con goles de Víctor Velasco y Alberto Terleira por los locales y de Jonay por los visitantes. Ambos equipos llegaron a un duelo directo en la parte alta de la clasificación de Regional de Aficionados y fue la plantilla de Paco Maroto la que se llevó los tres puntos para recobrar la dirección de su objetivo, el ascenso a Tercera División. El conjunto granjeño llevaba cinco partidos sin ganar y, de esta manera, vuelve a meterse por la pelea de la primera posición a la espera todavía de tener que disputar dos partidos aplazados, contra el Racing Lermeño y el Villarcayo.

El primer tiempo, sobre todo en los primeros minutos, marcó el devenir del encuentro. La Granja salió con un planteamiento serio y consciente de lo mucho que se jugaba. El ahínco por conseguir un triunfo para seguir arriba de la tabla rápido se tradujo en la ventaja en el marcador a través del primer tanto del enfrentamiento, obra de Velasco. El mediocentro de los locales aprovechó un saque de esquina, ante la falta de intensidad de la defensa rojilla, para hacer el primero con un certero testarazo. El choque tan solo llevaba cuatro minutos y los hombres de Maroto ya mandaban en el electrónico.

Sin embargo, el empaque del plantel de Miranda de Ebro pronto quedó patente sobre el césped del Real Sitio: un pase de Fer permitió a Jonay establecer el empate tras definir con un tiro cruzado. En esa línea siguió el cuadro burgalés y llegó a disponer de otra oportunidad por medio de Jarry. La Granja, por su parte, no redujo su intensidad y Terleira llegó a estrellar un balón al palo, en una acción que sería un preludio de lo que iba a ocurrir instantes después, al ser el propio centrocampista local el que materializara el 2-1.

Con el resultado de cara para los segovianos, los visitantes intentaron hacer valer su poderío físico, pero se llegó al ecuador sin más movimientos. Ya en el segundo tiempo, el encuentro tuvo trances de idas y venidas, sin una profundidad determinante de cara al gol para ambos bandos. El filial del Mirandés vio cómo se queda con un jugador menos al ser expulsado Carri. Esta ausencia condicionó al sistema propuesto por el cuadro rojillo y los locales supieron jugar con la ventaja obtenida en la primera parte. Así, se llegó al final del duelo y los tres puntos se quedaron en San Ildefonso. El próximo compromiso del bloque de Maroto es en casa del Atlético Palencia en una nueva oportunidad para seguir sumando de cara a su objetivo.