Coches en el edificio CIDE del CAT
Vehículos aparcados en la zona del CAT, una muestra de que hay actividad en este edificio todavía por finalizar. / Kamarero

La actividad ha regresado al Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial (CIDE) tal y como anunció la alcaldesa, Clara Luquero; eso sí, con más de un mes de retraso respecto la planificación inicial recogida en el pliego de la licitación.

Operarios de la empresa Rogasa han iniciado en el edificio del Círculo de las Artes y la Tecnología de Segovia (CAT) los trabajos pendientes que se desarrollarán a lo largo de los próximos seis meses, plazo de ejecución de los mismos.

La alcaldesa anunció el miércoles pasado que las obras comenzarían esta misma semana. Lo hizo durante un acto en el que se dieron a conocer las ocho empresas con fuerte componente tecnológico que en principio están interesadas en ubicarse en las instalaciones del CIDE, entre ellas la multinacional española Indra.

Rogasa Construcciones y Contratas es la empresa que ejecutará estas obras de finalización, que suponen una nueva inversión en el edificio, en este caso de 2.991.734 euros.

La Junta de Gobierno Local propuso hace ahora dos meses la formalización del contrato con Rogasa. En ese momento, Andrés Torquemada, alcalde accidental por ausencia temporal de la alcaldesa, informó de que la idea que manejaba el Gobierno socialista es que las obras, con un presupuesto plurianual al que este año corresponde algo menos de medio millón de euros, dieran comienzo este mismo año.

Comentó entonces que, aunque la Ley de Contratación marca una serie de plazos antes de la formalización del contrato, no necesariamente la empresa tiene que agotarlos.

El procedimiento abierto para licitar la terminación de este único edificio del CAT se inició en el mes de julio y solo concurrieron dos empresas, Rogasa y la UTE formada por Ortiz y Segasa. Finalmente la primera presentó la oferta económica más ventajosa, que reduce en alrededor de 50.000 euros el presupuesto de licitación.

La planificación inicial para el desarrollo de estas obras, incluida en la documentación del procedimiento, contemplaba su inicio en la primera semana del mes de noviembre y su finalización en la cuarta semana de abril, aunque el acta de recepción y la certificación final se posponía hasta mayo/junio.

La alcaldesa maneja ahora como plazo para la finalización de los trabajos mediados de 2019, en torno a junio o julio.

Las obras pendientes consisten en acabados interiores: revestimientos, instalaciones, estructuras y cerramientos.

Está previsto comenzar con demoliciones, así como estructuras, cubiertas, aislamientos e impermeabilizaciones, electricidad e iluminación y fontanería y saneamiento.