La Casa de la Moneda recuperará su jardín romántico en dos meses

El Ayuntamiento ultima las obras de ajardinamiento y reconstrucción del espacio, de 1.400 metros cuadrados, que sirvió de disfrute personal a Felipe II, tras invertir unos 168.000 euros

Segovia recuperará muy pronto una joya, abandonada durante siglos, el jardín de la Casa de la Moneda, un espacio que, previsiblemente, utilizara el rey Felipe II en sus estancias en Segovia para disfrutar de un paseo y para pescar truchas desde el balcón abierto hacia el río Eresma, una de sus privadas aficiones.

Las obras municipales de recuperación del espacio, que suma 1.400 metros cuadrados, iniciadas hace ahora un año, están muy próximas a finalizar, según explicó ayer la concejala de Turismo y Patrimonio Histórico, Claudia de Santos. La recuperación del jardín, formado, en síntesis, por un bello pabellón de pesca, con balcón al río, un cenador, y un pilón central, será una realidad en dos meses, en la previsión de que el espacio pueda abrir a las visitas en el mes de diciembre.

Con una inversión que De Santos cifra en unos 168.000 euros, las obras, divididas en varias fases, han transformado lo que era un espacio selvático, invadido por la vegetación, y absolutamente degradado, utilizado para el acopio de materiales en las obras de la Ceca, en un rincón de gran belleza, absolutamente único.

El jardín, que se encuentra en el extremo oeste de la Ceca, se levantó sobre una ladera, aterrazada con muretes de contención, y donde se hallaron restos de escaleras que comunicaban sus diferentes niveles. En la parte inferior, contigua al río, se levanta una triple construcción: un cenador, un pabellón propiamente dicho y un sencillo puesto de pesca en la parte oeste. Hasta hace un año, la vegetación invadía todo el espacio, fruto del crecimiento incontrolado de varias especies. Sin embargo, bajo esta apariencia salvaje y caótica y de la cubrición vegetal del suelo, subyacía el jardín original; y así se han hallado múltiples restos, como pilas y estanques de agua, escaleras o bancos.

De Santos recordó ayer que las primeras labores fueron las de limpieza y desbroce, una tarea que precisó varios meses de intenso trabajo; además de la ejecución de muros de mampostería, recuperación de la traza y niveles originales, y ejecución de instalaciones.

Los alumnos de la Escuela Taller Municipal concluyen hoy mismo los trabajos de jardinería del espacio, que mostrará 31 especies distintas de árboles y plantas. El ajardinamiento queda solo pendiente de la plantación de algunos bulbos y varios árboles frutales, una tarea que se ejecutará en las próximas semanas.

Por su parte, las obras de albañilería están muy avanzadas. A este respecto, se ha instalado el correspondiente sistema de riego, mientras que se trabaja en incorporar la iluminación. Están prácticamente finalizadas las obras de restauración del pabellón de pesca, así como del umbráculo, la estructura de hierro que cubre el cenador. Las labores se centran ahora en recuperar la pérgola, la estructura metálica que recorre el pasillo central, que quedará cubierta de plantas trepadoras. El pilón central está ya restaurado, y solo faltan recuperar dos pequeños estanques.

En cuanto a la vegetación, se ha podido conservar parte del arbolado, como varias palmeras, un avellano, diversos tilos y unos árboles de boj, que originalmente eran setos y hoy son árboles de apreciable tamaño. Las especies que se han incorporado nuevas son fruto de un estudio polinológico del espacio; y así se han incorporado árboles frutales en la zona superior del jardín, la más alejada del río. La mayoría de los pavimentos son de jabre, mientras que se ha optado por firme de emborrillado (guijarros) para las zonas de escaleras y de mayor paso. Por su parte, el suelo del interior del pabellón de pesca será de loseta.

De Santos comentó que las obras han puesto al descubierto sillares de granito, dinteles y restos de elementos metálicos, que permanecían ocultos bajo la maleza. «El almacenamiento allí ha sido enorme, se ha echado allí durante siglos todo lo que no servía del edificio de la Ceca, hemos encontrado mucho hierro, mucha piedra de antiguos pavimentos», señaló De Santos, quien aclaró que muchos de estos materiales han sido reutilizados, mientras otros han sido catalogados para su futura musealización.