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Los sacerdotes diocesanos, en una foto de archivo de la celebración de la Misa Crismal en la pasada Semana Santa. / KAMARERO

A grandes males, grandes (y traumáticos) remedios. La endémica escasez de sacerdotes en la diócesis de Segovia obliga a sus máximos responsables a tratar de optimizar su cada vez más escaso capital humano a través de una nueva reorganización cuyo único objetivo es lograr una acción pastoral más eficaz y capaz de cubrir las necesidades de todos los católicos de la provincia.

Así, el obispo César Franco ha emprendido un ambicioso proyecto de reorganización diocesana a través de una serie de nombramientos que entrarán en vigor el próximo 29 de junio que implican una serie de cambios en varias parroquias y arciprestazgos de la capital y de la provincia; así como la puesta en marcha de una experiencia piloto en el arciprestazgo de Sepúlveda-Pedraza que se irá aplicando de forma gradual en el resto de la provincia.

El obispo justifica estos cambios por la actual situación de la iglesia diocesana en Segovia que actualmente “tiene serias dificultades para atender las necesidades espirituales de sus diocesanos debido al buen número de parroquias y a la escasez de sacerdotes”. Sobre este último aspecto, precisa que “la penuria de vocaciones al ministerio sacerdotal y el exiguo número de sacerdotes ordenados en las últimas décadas nos urge a pensar en el futuro con gran preocupación y nos obliga a organizar la acción pastoral renovando las estructuras”.

Asimismo, el prelado valora la colaboración “inestimable” de sacerdotes extradiocesanos en la provincia, pero reconoce que su aportación temporal “no garantiza  la estabilidad pastoral que toda iglesia particular requiere”, e insta a sacerdotes, seglares y consagrados a tener en este tiempo “altura de miras, disponibilidad y docilidad al Espíritu Santo constructor de la iglesia”.

Bajo estas premisas, se establecen serie de nombramientos que remueven un buen número de parroquias en la provincia, y que tendrán continuidad el próximo mes de septiembre, tal y como se anuncia en una nota de prensa emitida ayer por la diócesis.

En el arciprestazgo de Segovia y La Granja San Medel se producen algunos cambios. Ángel García García-Estévez es nombrado párroco de La Resurrección del Señor, de Segovia, continua como director de la Escuela Diocesana de Teología y deja San Millán donde ha estado hasta el momento. A esta parroquia se incorpora como vicario parroquial el sacerdote congoleño Aimé Kukuluka, quien continuará además con sus estudios en Madrid.  Fernando Mateo González, hasta ahora en el barrio de Nueva Segovia, pasa a ser párroco la Unidad Parroquial de Cuéllar, Escarabajosa de Cuéllar, Fuentes de Cuéllar, Lovingos y Arroyo de Cuéllar que ha estado servida por Emilio Calvo Callejo, que es nombrado párroco y abad de la Colegiata del real Sitio de San Ildefonso, Palazuelos de Eresma, Tabanera del Monte y urbanizaciones de Parque Robledo y Carrascalejo. Estará acompañado por Fidele Nkanza Buka como Vicario parroquial y seguirá con sus estudios en Madrid, y  Slawomir Harasimowicz, estará este curso de año sabático.

Por su parte, Pablo Montalvo Muñoz, hasta ahora en Palazuelos, es nombrado párroco de Cantimpalos y Tabanera la Luenga en sustitución de José María Martínez Nieto, y el nuevo responsable parroquial de Cantimpalos sigue con las clases en la Universidad.

 

En el arciprestazgo de Cantalejo-Fuentidueña hay también algún cambio. Rodrigo Arias López es nombrado administrador parroquial de Campo de San Pedro, Bercimuel, Cedillo de la Torre, Cilleruelo de San Mamés, Fuentemizarra, Maderuelo, Montejo de la Vega de la Serrezuela, Moral de Hornuez, Valdevacas de Montejo, Valdevarnés y Villaverde de Montejo. Deja las parroquias  de Fuentesaúco de Fuentidueña, Fuentidueña, Aldeasoña, Valles de Fuentidueña y Calabazas que ahora serán atendidas en calidad de párroco por Casimiro Lamparski.

 

El arciprestazgo de Pedraza-Sepúlveda sufre una reestructuración que además va acompañada de un decreto con el que se quiere dotar al arcipreste de todas sus atribuciones para que pueda desarrollar un trabajo de coordinación entre todos los sacerdotes y agentes de pastoral del arciprestazgo. Por este motivo se nombra a  Jaime Izquierdo Martín Arcipreste/Vicario Foráneo del arciprestazgo de Sepúlveda-Pedraza y Párroco de Sepúlveda, Aldehuelas de Sepúlveda, Castrillo de Sepúlveda, Duratón, El Olmo, Hinojosas del Cerro, Sotillo de Sepúlveda, Urueñas, Villar de Sobrepeña y Villaseca. Además, será párroco, junto con tres Vicarios parroquiales, de: Navares de Enmedio, Navares de Ayuso, Navares de las Cuevas, Barbolla, Aldonte, El Olmo, El Olmillo, Prádena, Ventosilla y Tejadilla, Condado de Castilnovo, Castroserna de Arriba, Castroserna de Abajo, Casla, Matabuena, Arcones, Santiuste de Pedraza, Requijada y Gallegos de la Sierra. Los tres vicarios parroquiales que dependerán de él y que hasta ahora eran administradores parroquiales son Miroslaw Kozlowski, vicario parroquial de Navares de Enmedio, Navares de Ayuso, Navares de las Cuevas, Barbolla, Aldonte, El Olmo y El Olmillo; Delphin Nkano Mbumpwa, vicario parroquial de Prádena, Ventosilla y Tejadilla, Condado de Castilnovo, Castroserna de Arriba, Castroserna de Abajo, Casla, Matabuena, Arcones, Santiuste de Pedraza, Requijada y Gallegos de la Sierra. Y  Georges Kabasele Bialua, Vicario parroquial de Prádena, Ventosilla y Tejadilla, Condado de Castilnovo, Castroserna de Arriba, Castroserna de Abajo, Casla, Matabuena, Arcones, Santiuste de Pedraza, Requijada y Gallegos de la Sierra. Estos dos sacerdotes están así mismo realizando estudios en Madrid.

 

Por último, Alfonso Águeda Martín, que hasta ahora servía la Unidad Parroquial de Santa María la Real de Nieva, es nombrado párroco de El Espinar y La Estación de El Espinar, reemplazando en el cargo a Valentín Bravo.