El obispo de Segovia, Ángel Rubio, se ha mostrado “dispuesto a colaborar”, en la medida de sus posibilidades, en la potenciación del camino de San Frutos. De hecho, en su reciente visita a las instalaciones de EL ADELANTADO, anunció que, cuando entre en funcionamiento el itinerario, animará a los fieles de la diócesis para que recorran un trayecto del que quiso destacar su “dimensión espiritual”. “La firma del protocolo entre la Junta y la Diputación es una buena noticia; ojalá este proyecto se pueda ver pronto convertido en una realidad”, deseó el obispo.
“Este camino tiene numerosas dimensiones, entre las que están la natural y la cultural, pero no podemos olvidar que la meta es la ermita de San Frutos”, declaró Rubio. Del patrón de la diócesis quiso destacar que “buscó el silencio y el recogimiento, huyendo de todo el bienestar que le ofrecía la ciudad y marchándose a las Hoces del Duratón a cumplir lo que Santa Teresa decía: Solo Dios basta”.
Sobre la situación actual de la ermita de San Frutos, reconoció que le gustaría que llegará el día en el que allí “pudieran vivir algunos monjes o monjas”.
“Me encantaría que alguna comunidad que quiera vivir en el campo y en soledad pudiera establecerse allí, y que fuera presencia viva de la Iglesia, acogiendo a los peregrinos y caminantes que llegaran a ese paraje”, indicó. “Aquí estamos muy cerca de La Trapa, en Palencia, y si los trapenses nos dijeran que estaban dispuestos a venir, serían recibidos con los brazos abiertos”, añadió, a modo de ejemplo.