Deportes

Los Juegos Olímpicos son seguidos incluso por personas a las que el deporte no les gusta, y por supuesto por los que disfrutan de él, ya que se tiene la oportunidad de ver especialidades deportivas que no se televisan con asiduidad.

El deseo de que España gane el mayor número de medallas, de seguir a esos deportistas que rara vez se les ve en televisión puede ser lo que haga que estemos pendientes de los Juegos y no de otros acontecimientos deportivos. Es más, admiramos a deportistas de otros países y disfrutamos por el hecho que están los mejores en cada especialidad.

Pero, ¿qué sucede cuando finalizan los Juegos Olímpicos? La euforia por el deporte desaparece y se centra todo en el fútbol, algo en el baloncesto y el tenis si juega Nadal. El resto de deportes caen rápidamente en el olvido y los recordamos solo si tenemos algún triunfo fuera de nuestras fronteras.

El dinero manda y es cierto que el fútbol en esto es el rey, pero tenemos una televisión pública para la cual el mundo del deporte no existe tampoco, fuera de algún partido de la selección española de futbol o la vuelta ciclista. El balonmano, que es tan importante en España a nivel de selecciones, ha desaparecido de la televisión, seguir la liga es casi imposible.

Quizá la televisión pública podría ocuparse de dar visibilidad a esos deportes que de otro modo no tienen cabida en los medios de comunicación. Posiblemente aumentaría el número de deportistas fuera de los deportes tradicionales si estos otros deportes tuviesen la misma repercusión mediática. Todos queremos que el deporte español esté en lo más alto, pero para esto debe tener apoyo.