Nuestra Señora de Aldeasoña regresa a su casa

Centenares de vecinos participaron en la procesión en honor a la Virgen El obispo de Segovia animó a participar de este “espectáculo de fe inquebrantable en la madre de Dios”

¡Viva Nuestra Señora de Aldeasoña!. Ayer fue uno de los gritos más coreados en este pequeño pueblo segoviano por los centenares de vecinos y visitantes que participaron de la fiesta homenaje a su nueva Virgen, que ayer regresó a su casa. A las cuatro de la tarde salía de la iglesia de Santa María Magdalena, la recién restaurada talla de Nuestra Señora de Aldeasoña, descubierta el pasado 24 de septiembre, detrás de un retablo que estaba siendo restaurado. La emoción se notaba en el ambiente, y los feligreses entusiasmados se acercaban a su Virgen para contemplar su bella imagen. Se trata de una imagen románica, posiblemente del siglo XIII, de madera de pino. La Virgen se encuentra en posición sedente, sosteniendo en su regazo al Niño Jesús. “Preciosa”, le decían sus vecinos a la Virgen, que la rodearon para recorrer en procesión las calles principales de Aldeasoña. La imagen salió en andas, dentro de una urna de cristal, y ahí se mantendrá, ya que está previsto que sea expuesta en la próxima muestra de las Edades del Hombre.

Al son de la dulzaina, y con el sonido a lo lejos de las campanas que no dejaron de voltear durante la presencia de la Virgen en la calles, se realizó la procesión, a la que se fueron sumando más vecinos, que portaban velas en sus manos, creando una bella estampa.

En su regreso de nuevo al templo, varias jóvenes de Aldeasoña recibieron a la Virgen con pétalos de flores. En la entrada a la iglesia, el obispo de Segovia, Ángel Rubio, esperaba a la Virgen, antes de oficiar la eucaristía en una iglesia abarrotada, amenizada por la coral segoviana Voces de Castilla. Entre los asistentes se encontraba el presidente de la Comunidad de Villa y Tierra de Fuentidueña y procurador de las Cortes de Castilla y León, José María Bravo Gozalo; y la presidenta de la Federación Nacional de Mujeres Rurales, Juana Borrego.

Durante la homilía el obispo ofreció a los vecinos de Aldeasoña un saludo “fraterno, gozoso y lleno de paz, en un día de fiesta, en un espectáculo de fe inquebrantable en la madre de Dios”. “Gracias a la Virgen, esta iglesia es un centro de paz, luz, miseriocordia y consuelo”, e insistió en que el aspecto fundamental de esta celebración es “la fe, porque somos creyentes y sabemos que la Virgen es la madre de Dios”.

El obispo de Segovia explicó que leyendas o historias, como la de Nuestra Señora de Aldeasoña, “representan a esa madre del cielo en imágenes como la de esta Virgen”. “La imagen que hoy contemplamos es muy bella, porque es la madre de Dios, y ha conmovido a toda la diócesis de Segovia, ya que fomenta la devoción a la Virgen”, concluyó.

La misa terminó con la interpretación por parte de Voces de Castilla del himno creado en honor a Nuestra Señora de Aldeasoña. Y después todos los vecinos siguieron la fiesta con un vino español ofrecido por el pueblo.

Una historia para recordar

La historia de Nuestra Señora de Aldeasoña quedará en el recuerdo de los vecinos de esta pequeña localidad segoviana, que no olvidarán el 24 de septiembre de 2012, cuando apareció la talla de una Virgen detrás de uno de los retablos de la iglesia de Santa María Magdalena, que estaba siendo restaurado. El conservador Graziano Panziani fue el descubridor de la talla, que después ha tenido la oportunidad de restaurar, calificándola de “preciosa”. Puesto en conocimiento del delegado diocesano de Patrimonio, Miguel Ángel Barbado, el descubrimiento de la talla, la noticia corrió como un reguero de pólvora por Aldeasoña. Nadie tenía conocimiento de la existencia de una Virgen en uno de los retablos de la iglesia parroquial, ni siquiera los más mayores del pueblo.

El hallazgo revolucionó a los vecinos, y el Ayuntamiento convocó semanas después un referendum popular para elegir el nombre de la Virgen. El resultado fue por unanimidad, y la Virgen desde entonces se llama Nuestra Señora de Aldeasoña. Después empezó el trabajo de restauración de la talla, una imagen románica, que posiblemente data del siglo XIII, elaborada en madera de pino. El trabajo ha consistido en limpiar la talla, reintegrar los escasos volúmenes que faltaban (la mano y los pies del Niño Jesús y la corona de la Virgen), y consolidar toda la obra de arte. El atractivo de la Virgen radica, en gran medida, en su sencillez. La imagen lleva vestido azul y capa a la espalda. Y porta una corona que sujeta un velo blanco. El Niño Jesús tiene un vestido más decorado que el de la Virgen. Desde este año, el 24 de septiembre será la fiesta en honor a Nuestra Señora de Aldeasoña, una historia, que no leyenda, que será transmitida de generación en generación.