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Los toros ofrecieron bonitas carreras en las calles. /C.N.

Otra valoración positiva para otro encierro de las fiestas de Cuéllar, que estrenando este año su declaración de Interes Turístico Internacional, están dejando con muy buen sabor de boca a aficionados, vecinos y organizadores. Desde el Ayuntamiento esas fueron las palabras de ayer, las de un encierro que se disfrutó.

La salida fue ejemplar, los corrales del río Cega volvieron a estar repletos de público para ver la primera parte del espectáculo. Antes de llgar a la granja contigua, las reses ya se pararon. Sí que destacaron desde la dirección de campo que hubo presencia de vehículos estacionados en esa zona, y fueron denunciados por acceder por lugares prohibidos. En el paso de La Cañada se adhirieron el resto de caballistas, de manera correcta y normalizada, como está sucediendo en todos los encierros. Después, en los pinares, el tránsito fue lento. En el paso de Las Máquinas, los caballistas volvieron a adelantarse por orden de la dirección de campo.

Este cruce fue rápido, también el de la carretera SG-205. En la primera parada, todo normal, hasta cruzar el primer túnel. Se pegaron demasiado a la autovía, cosa que les gustaría que no fuese así, pero sin mayor trascendencia.

En las siguientes zonas, la lentitud marcó el paso, pudiendo hacer disfrutar a los privilegiados de las estampas de los astados en el campo, una maravilla para los que así lo sienten, sobre todo los cuellaranos. Y la bajada de El Embudo, otra belleza para los que aprecian cómo debe ser esta bajada: lenta, controlada y marcando el ritmo a las reses. “Bajada ejemplar”, explicó el concejal Marcos Rodríguez. Aseguró que aún se siguen oyendo silbidos: “Incultura o que no se sabe lo que realmente es nuestro encierro”, añadió. Esta es la esencia y lo verdaderamente complicado, retener al toro, que los caballos vayan pegados y encierren a la manada para llegar al tramo urbano con fuerza.

Así fue, a la mitad de El Embudo, los caballsitas se abrieron en abanico y los toros cogieron la calle, la parte de la Avenida Camilo José Cela con rapidez y como gusta que se desarrolle el encierro en las calles. Muchas carreras y, sobre todo y producto de la buena marcha en el campo, ninguna res desluce el encierro urbano, porque no se quedan en las talanqueras. La manada sube completa y unida.

Los pastores y los documentos gráficos que se están distribuyendo y difundiendo acreditan que está habiendo muy buenas y bonitas carreras en lugares como La Resina o Las Parras, y más adelante, en la Avenida de Los Toros, llegando a la Plaza de Toros. “Los corredores están teniendo muy buenas oportunidades porque los encierros están saliendo muy bien”. Se sigue criticando también la gran cantidad de bueyes, once ayer, frente a seis astados, pero esta puede ser la clave de que el hermanamiento de la manada en todos los puntos del encierro esté siendo tan buena.

Rodríguez destacó la importancia de la presencia de la Guardia Civil a caballo. Hubo un pequeño y leve incidente entre caballistas en el paso de un túnel, sin ninguna importancia, pero es debido al orden impuesto por el escuadrón, además del buen comportamiento del colectivo en general. Los jinetes del cuerpo han manifestado también que sus órdenes se están respetando muy bien y todo esto facilita el desarrollo del encierro en todos sus tramos, desde la salida de los corrales hasta la entrada en El Embudo, dejando como resultado un gran encierro en las calles de Cuéllar.

Al final, lo que todos los cuellaranos y aficionados buscan, sean partícipes dentro o fuera del encierro, es que haya espectáculo en todas las partes, que todo se desarrolle con normalidad y sea un lujo poder presenciar a la manada sea cual sea el escenario, el campo o la calle.