Inaugurado y arruinado

El frontón municipal levantando en la anterior legislatura ha sido recientemente clausurado por el Ayuntamiento por el riesgo que corre de derrumbarse.

Arcones siempre fue pueblo con afición al juego de la pelota, así que la construcción de un gran frontón era un anhelo de sus vecinos. Hasta que, en la anterior legislatura, el deseo se hizo realidad, gracias a una subvención de la Junta de Castilla y León.

Los mayores se congratularon entonces al ver que sus hijos iban a seguir la tradición deportiva. Los jóvenes también agradecieron la obra, al no tener que desplazarse ya a otros pueblos cercanos a jugar. Y los más pequeños, aprovechando su ubicación —separado del caserío pero a corta distancia del mismo—, hicieron pronto del frontón el escenario de sus travesuras.

Sin embargo, el regocijo habría de durar poco. La corporación surgida tras las elecciones de mayo de 2007 vio el frontón “con desconfianza” desde su toma de posesión. “No tenía buena presencia”, resume el alcalde, Julián Matesanz (PSOE), que se empeñó en exigir a la empresa adjudicataria la colocación de unas vigas, para reforzar la estructura del frontón.

El problema pareció resuelto, y la asociación “La Cachucha” siguió organizando allí campeonatos de verano. Hasta que, en las postrimerías del invierno, se desprendieron los alambres de su parte superior. Los alguaciles y el propio Matesanz subieron a colocar las mallas, descubriendo el lamentable estado de la estructura. “El frontón se hizo con placas de hormigón de 4 x 2 metros y diez centímetros de anchura; con el fuerte viento se han rajado, y ahora hay un serio riesgo de derrumbamiento”, señala Matesanz, añadiendo que el desnivel del muro principal es de cerca de 40 centímetros.

El Ayuntamiento ha cercado el perímetro del frontón, clausurándolo, y ahora está a la espera de un informe del arquitecto para saber qué pasos dar. “Lo mismo nos toca pedir otra vez una subvención”, dicen en Arcones.