Los caminantes abordaron un itinerario de 11,2 kilómetros entre Puebla de Pedraza y Sebúlcor, culminando en el Duratón. / el adelantado
Los caminantes abordaron un itinerario de 11,2 kilómetros entre Puebla de Pedraza y Sebúlcor, culminando en el Duratón. / el adelantado

Un centenar de peregrinos recorrieron el pasado domingo durante unas tres horas los 11,2 kilómetros que unen Puebla de Pedraza y Sebúlcor, en la cuarta etapa del , la peregrinación provincial por los lugares relacionados con el santo eremita que organiza la Diputación. La expedición partió de la plaza de toros de Segovia con dirección a Puebla de Pedraza, donde comenzó el primer tramo de la ruta, de 6,8 kilómetros. Una vez allí se salió del casco urbano para tomar un camino que desemboca en la carretera a Valdesimonte.

Cruzada la carretera, la vereda conduce por el lateral de unos campos que en la actualidad se utilizan para la práctica del golf y que llevó a los caminantes hasta el camino de Rebollo. Éste les condujo hasta la localidad briquera, donde se realizó un alto en el camino.

Después se siguió hasta Sebúlcor durante otros 4,4 kilómetros. La salida de Cantalejo se hizo por la carretera que lleva a Sepúlveda y que transita por el pinar de la localidad hasta la zona polideportiva.

Al final de esa zona, la expedición tomó un amplio camino que por campos de labor llevó a los peregrinos a cruzar la carretera entre Cantalejo y Sebúlcor, donde apareció una vereda que llevó al grupo hasta esta localidad, muy ligada al Camino de San Frutos, a la que se llegó sobre la una de la tarde. Allí el Ayuntamiento invitó a agua y fruta a todos los senderistas, antes de emprender el regreso en el autobús.

Los caminantes tuvieron la oportunidad de seguir sellando su credencial, que acredita su participación en la peregrinación a San Frutos.

Fue en 2011, con motivo del aniversario de EL ADELANTADO DE SEGOVIA, cuando surgió el proyecto de recrear los itinerarios vinculados al santo, que se realiza con la ayuda de la Diputación de Segovia, Prodestur y la Junta de Castilla y León. El primer paso fue el estudio del Camino, para después proceder a su difusión y señalización con mojones y paneles informativos, siendo su presentación oficial en enero de 2012.

Esta acción creó una infraestructura que ayuda al desarrollo turístico transversal de la provincia, pues favorece a los alojamientos, restauración, patrimonio cultural, natural, observación de la naturaleza, turismo arqueológico, etc. Comenzando en Zamarramala, a través de caminos rurales de uso público, se tiene la posibilidad de hacer dos recorridos diferentes, concluyendo los dos en las Hoces del río Duratón, en la ermita de San Frutos.