Denuncian la destrucción parcial de la muralla celtibérica de Los Quemados

Operarios de una empresa privada extrajeron piedra, por encargo del Ayuntamiento, de la fortificación construida por los celtíberos para frenar el avance de las tropas romanas.

Una denuncia realizada por un particular ha permitido a una patrulla del Seprona de la Guardia Civil descubrir y paralizar la destrucción que se estaba llevando a cabo del yacimiento arqueológico de Los Quemados, una de las murallas celtibéricas mejor conservadas de la provincia de Segovia, situada en las cercanías de Carabias.

Al parecer, unos operarios de la empresa ‘Construcciones y Obras Públicas Asenjo’ estaban realizando acopio de piedra en el yacimiento, por encargo del Ayuntamiento de Pradales. Dicha infracción ha supuesto el desmantelamiento de cerca de 85 metros de la muralla, cuyo perímetro ronda los 1.200 metros.

La relevancia del yacimiento de Los Quemados —conocido en Carabias con el nombre de Las Aguileras— radica en ser una de las mejores fortificaciones construidas por los arévacos (uno de los grupos celtíberos) para defenderse del avance de las tropas romanas. La ocupación principal de Los Quemados se produjo durante los siglos II y I a.C.

Fernando López Ambite, autor del artículo ‘Termes y su territorio del nordeste de Segovia’ —incluido en la obra ‘Segovia Romana II’—, relaciona el final de este yacimiento con las campañas de principios del siglo I a.C., cuando los romanos, después de la conquista de Numantia, quisieron centrarse en el control de Termes y su área de influencia, en la que estaba Los Quemados, que sufrió “el peor castigo”. Por otra parte, el también arqueólogo Santiago Martínez defiende que Los Quemados fue en ese momento un “motor central” en el valle del Riaza.

La extracción se ha limitado a los derrubios de piedra emergentes, aunque no su posible enraizamiento en el subsuelo, por lo que los cimientos de la muralla se han salvado de la operación. En ese sentido, expertos consultados por esta Redacción han señalado que el daño “no es absolutamente irreparable”.

Por otra parte, prospecciones visuales realizadas en el yacimiento abren la posibilidad de que el mismo tuviera, extramuros, un depósito de agua, conectado con la fortificación por un acueducto o canal.

Tras conocer el suceso, desde el Servicio Territorial de Cultura y Turismo de la Junta se ha requerido, “como medida paliativa del daño causado”, la devolución de la piedra al lugar de su extracción, labor de la que se tendrá que encargar el Ayuntamiento de Pradales, sin perjuicio de ulteriores sanciones administrativas. El arqueólogo territorial de la Junta, Jorge Santiago, ha anunciado el propósito de la Administración Regional de incoar expediente para la declaración de Los Quemados como Bien de Interés Cultural (BIC), con la pretensión de incrementar la protección al yacimiento.