Cien nuevas piezas salen a la luz en una exposición del Museo de Segovia

'Recuperando el pasado' mostrará desde armas celtíberas hasta cartillas de racionamiento

Los asistentes a la inauguración de la muestra disfrutaron de una visita guiada por el propio director del museo. /KAMARERO

El Museo de Segovia inauguró ayer la exposición ‘Recuperando el pasado'. La institución ha hecho públicas una selección de cien piezas entre los más de 2.000 nuevos fondos recibidos.

El delegado territorial Javier López-Escobar ha sido el encargado de presentar las piezas. Señaló que esta exposición ‘no solo muestra el trabajo del museo sino también poner en relieve aspectos nuevos para conocer nuestra Historia' y afirmó que es una oportunidad única para conocer este museo, ‘uno de los grandes desconocidos'.

Los objetos que se pueden disfrutar hasta el 29 de septiembre permiten hacer un viaje por la historia de la provincia. Hay desde puñales celtíberos o restos de la ciudad romana de Confluenta hasta cartillas de racionamiento de mediados del s. XX.

La institución pretende además dar a conocer la importancia que tienen la participación ciudadana y de las instituciones en una exposición. Para el director del museo, Santiago Martínez la labor del museo ‘solo es posible con la colaboración de la sociedad civil que está interesada en que ciertas piezas sean públicas'. Incidió en la procedencia de las piezas del museo señalando que una gran parte de las obras que estarán en la muestra proceden de donaciones particulares; cuando se cede una pieza al museo esta pasa a ser de propiedad pública y desde la institución se encargan de su conservación y custodia.

No obstante el director destacó que otra gran parte de las piezas llega de fuentes como las intervenciones sobre obras de , prospecciones y excavaciones arqueológicas, encuentros casuales (que deben entregarse por obligación al Estado) y compras por parte de las instituciones que asisten a subastas para recuperar las obras. El objetivo del museo es recuperar el patrimonio de Segovia, investigarlo, catalogarlo y difundirlo.

Este museo se creó en 1885 para custodiar los objetos que pudieran estar en peligro durante las desamortizaciones. En la actualidad guarda una gran colección de objetos arqueológicos, etnográficos y de bellas artes.

La muestra comienza con dos obras escultóricas de artistas segovianos, ‘Hermanitos de leche' de Aniceto Marinas y un busto en el que Emiliano Barral retrató a su madre. Esta última se trata de una obra singular en que refleja el paso del tiempo y la vejez. Una auténtica joya en la obra de este artista, en su siguiente etapa se centraría en movimientos vanguardistas y obras de menor realismo.

La exposición pasa entonces a una muestra de piezas en un orden cronológico. Entre las piezas más antiguas encontramos aras funerarias y columnas encontradas en localidades como Riaza o la ciudad romana de Confluenta (en la localidad de Duratón, Sepúlveda). Junto a ellas destacan elementos interesantes como las tuberías romanas y armas celtíberas.
Restos de construcciones encontrados junto al Alcázar forman parte de la siguiente parte de la exposición. Junto a ellas adquieren especial relevancia unas cruces grabadas en piedr de los siglos XII y XIII.

Cien nuevas piezas salen a la luz en una exposición del Museo de Segovia
El director del museo concedió una especial atención a una serie de hallazgos casuales de armas y útiles prehistóricos. Entre los mismos hay puñales, puntas de lanza o útiles líticos y bifaces prehistóricos procedentes de localidades como Chañe o Vallelado.

La exposición termina en una sala con una serie de cuadros de gran calidad, muchos de ellos cedidos por un coleccionista privado, Manuel Solana. El director del museo destacó la ‘Inmaculada Concepción' de Mateo Cerezo, pintor de gran relevancia entre sus contemporáneos que murió a la temprana edad de 29 años, y las obras de pintores de la Escuela de Vallecas. En la colección numismática son importantes las monedas visigodas y una del rey Alfonso VII. Esta pieza acuñada en Segovia en el siglo XII es una rareza histórica.

Entre la colección etnográfica hay objetos como las gafas de Agapito Marazuela o piezas de la indumentaria tradicional, entre las que sobresale el traje que la Casa Real hizo para una nodriza en las bodas de Alfonso XII.