Interesante, bonito y didáctico “Belén” en la ermita del Cristo de Mercado

Manuel Fernández Fernández

Como ya es habitual cada Navidad, la comunidad parroquial y la asociación de Belenistas del Cristo del Mercado han instalado en la ermita su monumental belén, y en esta, ya su quinta edición, han superado la meritoria de años anteriores, ofreciendo a visita pública el misterio de la Natividad de Jesús ambientado en la bonita y típica Plaza del barrio de San Lorenzo.

Acabo de visitarlo, y como el año pasado hice a instancias de sus artífices, me apresuro a recomendar su contemplación a todas las familias, pues además de las deliciosas y expresivas escenas bíblicas del Nacimiento, con las que los niños vivirán los gozosos misterios de la Anunciación, la Visitación de María a su prima Santa Isabel, la inscripción en el censo, el misterio del pesebre, la adoración de pastores y magos, la huida a Egipto, todo ello con el colateral regalo de estar ambientado en la típica, bonita y cuidada plaza del barrio segoviano de San Lorenzo, tan fielmente reflejada que diríase real vista lejana de esta plaza, tan real que mi amigo el poliédrico artista local Rafael Lorenzo Tardón nos explicaba sobre la deliciosa maqueta los detalles de la que fue su vivienda y estudio en el barrio, deliciosa plaza de un pueblo y un barrio enclavado en la ciudad, con el tipismo de pueblo castellano y los servicios y comodidades de la ciudad, detenida estampa postal que ningún visitante de Segovia debería irse sin verla y disfrutarla.

Barrio antaño eminentemente hortelano, como lo atestigua su activa cofradía penitencial de la Oración del Huerto, que “procesiona” con este “paso”, en la procesión de los pasos de cada Viernes Santo, de la, declarada de Interés Turístico Nacional, Semana Santa Segoviana, vistiendo sus acompañantes la típica capa parda castellana.

Es pues, sobre todo, bonita representación del Nacimiento, a la vez que una interesante maqueta de este bullicioso y activo barrio segoviano que tantas veces supera a la propia capital en actividades, iniciativas y festejos.

Estos artistas se han ido superando al combinar religiosidad y tipismo local representando los más destacados monumentos segovianos, como un precioso monumental Acueducto, tocando el del año pasado la representación de su propio barrio, con los más destacados hitos, como, principalmente la ermita erigida tras la prodigiosa predicación en la que San Vicente Ferrer, según tradición verbal, el 3 de mayo de 1411 convirtió a diez mil oyentes; la vieja, por tiempo y descuido, estación de RENFE, el Arco o Puerta de Madrid que recuerda a los caudillos segovianos Día Sanz y Fernán García, que reconquistaron al moro la entonces Magrit (Madrid), la casa cuartel de la Guardia Civil, tan arraigada e involucrada en el barrio, la que fue casilla de arbitrios, una de la cinco que controlaban los productos que por todas las entradas accedían a la ciudad, el potro de herrar, tan típico de este barrio eminentemente agrícola y ganadero, así como las típicas casas y dependencias ganaderas de antaño.

Al realizar la visita, como ya es su bonita costumbre, entregan un folletín con una interesante explicación de lo expuesto, a cargo de mi buen amigo el historiador y escritor del barrio Alberto Herreras, que comienza con una interesante síntesis de la historia de Segovia, su fundación, la fundación de conventos y monasterios intramuros y en los arrabales, la organización de los barrios, la organización en el barrio en esta V edición representado, de la histórica cacera de Regantes de San Lorenzo, barrio que este año homenajea y representa el del Cristo del Mercado, y que por obra de estos artesanos del belén se convierte en la Tierra Santa que acogió los pasos y misterios del Jesús, Dios y Hombre que nos nace y renace cada Navidad.

Al tiempo que felicito vivamente a estos mujeres y hombres que nada más terminar el ciclo navideño comienzan a programar, proyectar y trabajar en la edición del siguiente belén, aconsejo la visita a este didáctico belén, y felicito a quienes esto lean deseándoles muy felices Pascuas y un 2019 pleno de paz y venturas, las que en Belén hace dos siglo anunciaron los ángeles para los hombres de buena voluntad.