La casa de la naturaleza

El Centro Nacional de Educación Ambiental (CENEAM) cumple sus 30 años al servicio de una idea, la de concienciar de la necesidad de proteger el entorno

“Hoy es un día de fiesta”. Así lo aseguró ayer la directora adjunta del Organismo Autónomo Parques Nacionales, Montserrat Fernández, en referencia al trigésimo aniversario del Centro Nacional de Educación Ambiental, ubicado en Valsaín. Y, como fiesta de cumpleaños que pretendía ser, se invitó a todos aquellos que a lo largo de tres décadas han contribuido a que el CENEAM sea hoy un referente, a nivel nacional e internacional, en lo relativo a la educación ambiental. Aparte del componente institucional de la efeméride, se preparó una buena oferta de actividades, para niños y adultos, en consonancia con los fines del Centro.

Ayer era un día para recordar el camino andado. El naturalista Joaquín Araújo, responsable de los primeros pasos del CENEAM enmarcó el proyecto en una sociedad, la de mediados de los 80, especialmente activa en temas medioambientales. Y siendo él la cara más conocida del movimiento ecologista, el Ministerio de Agricultura le encomendó liderar la iniciativa, empresa en la que no aguantó más allá de medio año, si bien él defiende que fue entonces cuando se establecieron las bases del CENEAM.

30 años después, José Ramón González Pan, el hombre que tomó el relevo de Araújo, se felicitaba ayer de que el Centro, a pesar de los cambios habidos “no ha perdido la filosofía” con la que se creó, cuya piedra angular era —y es— la concienciación ambiental de la población a través de la educación.

A la vista de los resultados, el trabajo ha merecido la pena. Juan Carlos Dueñas, director del CENEAM durante un montón de años, valora el cambio social producido en relación al a lo largo de tres décadas. Ahora, el visitante que acude allí no tira después en el campo el folleto informativo recibido, como era frecuente que ocurriera hasta no hace mucho.

Todos cuantos ayer pronunciaron un discurso coincidieron en una palabra: referencia. El CENEAM es hoy “una referencia a nivel nacional e internacional en educación ambiental”, dijo la subdelegada del Gobierno, Pilar Sanz, una afirmación reiterada luego hasta la saciedad. González Pan señaló, a modo de ejemplo, el agradecimiento de diversos países hispanoamericanos al CENEAM por haberlos iniciado en una senda en la que ellos quieren profundizar, de acuerdo a la problemática de su territorio.

Los trabajadores acapararon una buena parte del protagonismo. A ellos se dirigió la directora adjunta de Parques Nacionales para agradecerles, principalmente, su compromiso con la educación ambiental. “Nos creemos lo que hacemos”, respondió el actual director, Javier Pantoja.

Desde el punto de vista local, la alcaldesa en funciones del Real Sitio, María Jesús Fernández, valoró el CENEAM, un centro que “nos ha permitido conocer mejor nuestro entorno, conservarlo y crecer como comunidad”. Fernández deseó continuar que CENEAM y Real Sitio sigan avanzando de la mano, en esa loable meta de alcanzar el equilibrio entre hombre y naturaleza.

“Este proyecto no tiene vuelta atrás, está consolidado y seguirá siendo de referencia”, sentenciaba Juan Carlos Dueñas. Así que, ¡a por otros 30 años!.