La perfecta recreación barroca

Durante el fin de semana el Mercado Barroco del Real Sitio acoge actuaciones y actividades, enmarcadas en un entorno de puestos de comida y artesanía tradicional, un campamento militar y hasta una granja

La época barroca se ha adueñado, un año más, de las calles del Real Sitio de San Ildefonso. Un fin de semana cargado de color, música, olores y un sinfín de actividades ambientadas en el Barroco. A la una de la tarde se inauguraba oficialmente el Mercado, que ya llevaba unas horas funcionando, en la Plaza de los Dolores. La plaza del pueblo se transformaba en un lugar plagado de puestos de comida y artesanía, una zona de atracciones tradicionales para los más pequeños, e incluso una granja con camellos, burros y, junto a ellos, aves rapaces. A pocos metros, en el patio de la Iglesia del Cristo, se encuentra instalado un recinto de juegos tradicionales, también para los más pequeños, con una noria, un tiovivo, tiro con arco y similares. Se trata de la XVII edición de esta iniciativa que atrae cada año a miles de visitantes al municipio, aunque este año, según los restauradores de la zona “hay mucha menos afluencia”.

A lo largo de toda la jornada tuvieron lugar varias rondas de la Guardia de Corps, exhibiciones de cetrería, pasacalles musicales e incluso la presencia esporádica de un Minotauro que asustaba a unos y protagonizaba las fotografías de otros. Muchos de los visitantes iban caracterizados, aunque la mayoría acudían a ver las distintas actividades y degustar las delicias (dulces y saladas) de los distintos puestos de comida, que la elaboraban frente a sus ojos. Neftis Paloma bailaba con pañuelos una danza del vientre que interrumpía para hacerlo con una espada sobre su cabeza. Los presentes se quedaban impresionados (sobre todos los más pequeños) al ver que la grandísima espada ni siquiera se movía con el compás de su baile. Unos metros más adelante, frente a la Oficina de Turismo del municipio, los animales eran los protagonistas. Aves, camellos, burros y ocas se alojan en ese espacio, adecuado con pajas sobre el asfalto para la ocasión.