Parece que las decenas de campañas de la Dirección General de Tráfico para concienciar a la población de que no hay que coger el coche si se consume alcohol no hacen todo el efecto que se quisiera, de ahí los pertinentes controles de alcoholemia, en los que el 10 por ciento de los conductores españoles, cerca de 2,6 millones de personas, ha probado a engañar al etilómetro de la Guardia Civil utilizando trucos como lamer granos de café, hacer flexiones o mascar césped y que, según un estudio de Línea Directa, se han demostrado del todo ineficaces.
El director de Gobierno Corporativo de la compañía, Francisco Valencia, indicó que los resultados de la investigación deberían contribuir a «desterrar definitivamente la validez de estas creencias».
Para ello, el informe escogió a dos voluntarios tipo, un hombre y una mujer, y, tras la comida, les dio a beber una cerveza, una copa de vino y un combinado de vodka cargadito, cantidad que se corresponde con un consumo habitual, según explicó Valencia.
A lo largo de la prueba, los dos voluntarios, entre otras cosas, masticaron chicle, chuparon granos de café, comieron caramelos, esperaron un tiempo prudencial e incluso hicieron flexiones «sin que se produjeran variaciones significativas» en los resultados del alcoholímetro «e incluso llegando a subir en algunos casos» indicó.
Además, una encuesta realizada por la compañía a un total de 1.260 conductores señala que el nueve por ciento de los conductores cree en la efectividad de estas medidas y que hay otros trucos que también emplean para tratar de evitar dar positivo en el control. Así, el tres por ciento de quienes los ha empleado probó a esperar una hora o más para conducir tras haber ingerido la última consumición de alcohol, el uno por ciento optó por «dormir un rato» y, en un porcentaje similar, otros han probado a beber agua o café, chupar granos de café, tomarse un Almax o pasta de dientes y un 2,5 por ciento ha intentado otros trucos como lamer baterías de litio, masticar césped, pegar la lengua al paladar o chupar monedas de cobre.
Valencia indicó que los resultados de la investigación han sido «corroborados» por la Guardia Civil, que asegura que en el lapso de tiempo entre el primer control de alcoholemia y el de confirmación han visto hacer «todo tipo de cosas» para tratar de engañar al dispositivo. El colectivo que más recurre a estos mitos son los varones de entre 18 y 29 años y, por comunidades autónomas, los madrileños son quienes más creen en su efectividad, mientras que vascos, gallegos y riojanos son más escépticos.
Por otra parte, el 30 por ciento de los conductores ha conducido creyendo que, en caso de ser sometido a un control de alcoholemia, daría positivo. Según la documentación recién presentada, los conductores españoles sitúan su límite medio de consumiciones alcohólicas en 1,6 cervezas, 1,3 copas de vino, 0,7 combinados con alcohol o bien 0,8 chupitos, si bien Valencia recordó que la conducción bajo los influjos del alcohol es algo «muy grave» y que, junto con el consumo de drogas, «cuesta cerca de 9.000 vidas anuales a la Unión Europea por accidentes de tráfico».
De hecho, el 70 por ciento de las víctimas mortales de accidentes de tráfico presentaba una tasa de alcoholemia igual o superior a 0,6 mg por litro de sangre, que constituye el límite del delito.
Y como parece que no hay nada que duela tanto como que le toquen a uno el bolsillo, el subsecretario del Ministerio del Interior, Luis Aguilera, confirmó ayer que la Dirección General de Tráfico (DGT) estudia elevar de los 500 euros actuales hasta los 1.000 euros las multas por conducir habiendo superado los límites de alcohol o por haber consumido drogas, aunque descartó elevar las cuantías en el caso de las de velocidad.
«Si queremos avanzar para resolver la siniestralidad, es un tema que se debe atajar», apuntó en relación a las multas por alcohol y drogas, al tiempo que recordó que se dan más de 100.000 positivos al año por lo que indicó que el borrador de anteproyecto de reforma de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial se llevará en las próximas semanas al Consejo de Ministros.