Repensar la Plaza Oriental

El Ayuntamiento estudia realizar varias actuaciones en el entorno del monumento para alejar el tráfico y conformar “una pequeña placita peatonal”

Sostiene la concejala de Patrimonio Histórico, Claudia de Santos, que el Acueducto —y, por extensión, toda Segovia— es “heredero de una contradicción urbanística”. Explica su teoría remontándose a los años 70 del pasado siglo, cuando se remodeló la Plaza de la Artillería, popularmente conocida como Plaza Oriental. La filosofía de aquella intervención fue la de convertir al Acueducto en la puerta de entrada a la ciudad. En la Plaza Oriental confluían avenidas y calles, con el tráfico que ello conlleva. Cualquiera que llegara en vehículo a Segovia acababa allí. Pero lo que hace medio siglo estaba bien visto ahora ya no lo está. Los tiempos han cambiado. La prioridad actual es la protección del monumento, pero ese empeño choca con el diseño del entorno del Acueducto. Y “mover eso es muy complicado”, reconoce De Santos, quien adelanta que Segovia debe “convivir con esa contradicción”.

El Ayuntamiento está buscando fórmulas para mejorar la protección de su principal monumento. Y, en esa labor, uno de los objetivos prioritarios es alejar el tráfico del Acueducto, por sus perniciosos efectos sobre los sillares de granito. Ayer, desde las 08,00 hasta las 22,00, personal municipal realizó un test, colocando conos de plástico en la Plaza Oriental para dirigir el tráfico. La idea es separar el tráfico del Acueducto, quitando espacio a los vehículos para dárselo a los peatones, que ganarían “una pequeña placita” —según la expresión utilizada por Luquero— justo a los pies del monumento.

La duda existente en el Ayuntamiento era la de saber si el nuevo diseño generaba problemas. La alcaldesa quiso estar presente ayer a las 09,00 para comprobar in situ lo que ocurría a esa hora, uno de los momentos del día en que se produce mayor afluencia de vehículos desde la Plaza Oriental al casco histórico, por la calle San Juan.

“No hemos observado un problema de tráfico mayor del que tenemos habitualmente”, declaró Luquero, para la que “ese pequeñito atasco” que se produce sobre las nueve de la mañana “comparado con lo que ocurre en otras ciudades es una broma”. La alcaldesa entiende, por tanto, que las ideas a estudio “no van a empeorar las condiciones de movilidad”.

Dicho esto, y avanzando ya la actuación que se pretende realizar, Luquero reveló, para empezar, la intención de eliminar la pequeña isleta donde se sitúa la farola del centro de la Plaza Oriental, que “quedó ahí de una reforma antigua” y, a los ojos de hoy, “no tiene sentido”, por varios motivos. Su eliminación permitiría alejar un poco más el tráfico del monumento, concediendo un espacio por donde sí interesa que pasen los vehículos.

Puesta a explicar las ideas que se manejan en el Ayuntamiento, la alcaldesa dijo que la mencionada farola —o una similar— podría colocarse en la rotonda existente. Luquero observó un hecho que suele pasar inadvertido para los segovianos, cual es que en la rotonda hay una farola, pero no colocada en el centro sino en un extremo, el más cercano a Vía Roma. Pues bien, el Ayuntamiento tiene la intención de que la mencionada rotonda cuente en un futuro próximo con dos farolas, una en cada extremo.

La intervención irá más allá. Una de las actuaciones más llamativas será, sin lugar a duda, el cambio de ubicación de los bolardos de granito, ahora colocados a escasos metros del Acueducto, y que en el futuro se situarán “mucho más distanciados” del monumento, contribuyendo a conformar “una placita peatonal para disfrute de todos los ciudadanos”.

Aunque Luquero entiende que el Acueducto y su entorno requerirían la elaboración de un proyecto de reurbanización, agregó que el municipio no tiene ahora recursos económicos para afrontar un trabajo de ese tipo, por lo que prefiere llevar a cabo actuaciones “modestas” y “con nuestro presupuesto”. “No quiero convocar un concurso internacional de ideas para que luego el proyecto del ganador se quede en un cajón”, declaró.

Para llevar adelante todas sus ideas, Luquero reconoció que se necesita “un pequeño anteproyecto”, que deberán ahora redactar los arquitectos municipales. “Este anteproyecto tiene que ser estéticamente adecuado al entorno, que no es cualquier cosa”, agregó la alcaldesa, quien tras su visita al test realizado en la Plaza Oriental acudió al Ayuntamiento, para acompañar a la concejala de Patrimonio Histórico en la presentación de las futuras ‘Ordenanzas de Protección del Entorno del Acueducto', un asunto íntimamente relacionado con la actuación que ahora se desea realizar, pues, en rigor, buscan objetivos idénticos.

En la rueda de prensa convocada para informar sobre la tramitación de dichas Ordenanzas, salió a relucir el uso del Acueducto y su entorno para actos. Sobre esa cuestión, Luquero aseguró que el Ayuntamiento “lleva ya tiempo restringiendo los actos” allí, si bien consideró que todavía se debe profundizar en esa línea de forma que, a medio plazo, la Plaza del Azoguejo o la Plaza Oriental acojan únicamente “cosas muy representativas de la ciudad”, entre las que citó la Media Maratón, la Marcha de Mujeres o “algún acto cultural”. “No se pueden eliminar los actos allí de una forma absoluta”, agregó, defendiendo que el Acueducto “proyecta una imagen al exterior de Segovia que es positiva” , pero, en cualquier caso, “debemos regularizar los actos”.

Al Acueducto, pues, le esperan nuevos tiempos. Tal vez así, con el tráfico más alejado y menos jaleo en su entorno, esté más tranquilo.