La abstención de IU y el voto de calidad de Luquero valen para aprobar las tasas

El agua y las categorías de las terrazas centran las principales quejas del resto de los grupos.

Repetimos. Las Ordenanzas Fiscales de 2017 fueron aprobadas ayer siguiendo el guión escrito en octubre de 2015. El equipo de Gobierno hace su propuesta, que no convence a los grupos de la oposición, pero, con sus votos a favor y la abstención de Izquierda Unida, saca adelante las tasas, impuestos y precios públicos para el próximo ejercicio, gracias al voto de calidad de la alcaldesa, Clara Luquero.

Nadie se salió del guión. El agua volvió a ser protagonista, aunque ayer ya no se habló de ‘tasazo', más que para reprochar a los socialistas el “error” que supuso su entrada en vigor el 1 de enero de este año; sino de los precios para los nuevos tramos, que desde la oposición consideran elevados. Y como invitado, este año se coló en el pleno el nuevo mapa de las terrazas en la zona centro, también muy criticado.

Por lo demás, lo anunciado ya esta semana. Alfonso Reguera, portavoz del equipo de Gobierno, fue el encargado de exponer la propuesta y comenzó aseverando que “la propuesta para 2017 se mantiene en su totalidad [como la del ejercicio anterior] y no hay incrementos en las tasas”. Sí hay, sin embargo, tres modificaciones, dijo: la reducción del IBI un 2,2 por ciento, “aunque luego digan ustedes que se sigue incrementando la presión fiscal, confundiendo, como siempre”; los cambios en los tramos para establecer el coste del agua, que pasan de tres a cuatro, aunque “aún queda un millón de euros de déficit en el servicio —el pasado año ascendía a dos—, así que no podemos bajar el precio del agua”; y los cambios en las categorías de las terrazas en las calles del centro de la ciudad, teniendo en cuenta la afluencia turística, bajándose las tarifas de las categorías 1ª y 2ª, pero manteniéndose la Especial.

Concluyó su primera intervención Reguera recordando que “se han tenido en cuenta las aportaciones de los otros grupos en las comisiones” celebradas para realizar la propuesta de las Ordenanzas Fiscales, por lo que “pido que voten a favor, aunque sé que no va a ser así”.

Aunque el primer concejal en intervenir por parte de la oposición, Ángel Galindo (IU), no fue duro con el equipo de Gobierno y señaló aspectos positivos, como la mesa de trabajo en la que se han debatido las tasas, el ajuste a la baja en el IBI o los nuevos tramos en la tasa del agua; también apuntó que su grupo “es contrario a que se bajaran las tarifas de las terrazas, porque el sector hostelero es que menos ha sufrido la crisis, que también lo ha hecho, gracias al turismo creciente”.

Más duro fue el portavoz de UPyD – Centrados en Segovia, Cosme Aranguren, sobre todo en relación a la tasa del agua. Para la formación magenta, la nueva estructura pone de manifiesto “que los tramos de este año son un error supino que se quiere corregir ahora”. Lamentó también que no se bonifique a las familias numerosas, que por el simple hecho de serlo consumen más agua, argumentó —idea que reiteraron desde Ciudadanos y el Grupo Municipal Popular— y urgió a la mejora del servicio, sobre todo al cambio de contadores, “para que nadie nos tome el pelo en el asunto del agua”.

En cuanto a las terrazas, “creemos que hay una discriminación “para la categoría Especial, porque no se les baja la tasa, y seguramente sean [estos establecimientos del centro de la ciudad] los que más empleo generan y es a los que más se va a castigar”.

Similares fueron los argumentos esgrimidos por la portavoz de Ciudadanos, María José García Orejana, quien reiteró, además, que “hay que diferenciar entre el consumo necesario y el despilfarro del agua” para justificar la subvención a las familias numerosas.

Y similares también los del PP. El concejal Javier Encinas afirmó que la actual estructura de la tasa del agua “mejora la del año pasado, que no era difícil”, pero “los precios son muy altos”. Criticó también que no se invierta en mejoras del servicio y acusó a Reguera de “pensar en los Ruiz Mateos cuando se habla de familias numerosas, pero las hay de todos los partidos”.

Además, en referencia a las palabras del portavoz del equipo de Gobierno, quien afirmó que la intención del Ayuntamiento no es recaudar más el próximo año —la recaudación de 2016 es de 35.426.567,88 euros y la prevista para 2017, de 35.450.000 euros—, apuntó que “en todos los epígrafes donde hay cambios, aumenta la recaudación: el IBI, el agua, las terrazas… Estas bajadas son un poco raras, ¿no?”.

Reguera, en su turno de réplica, afirmó que, como la propuesta del equipo de Gobierno “es buena, entiendo que ustedes buscan una salida para decir que no y votar en contra” y pidió a los concejales que se centraran en los precios de las tasas, no en la recaudación final, ya que es una previsión, “y así centraremos las cosas”.

El resto de las intervenciones, una reiteración de lo dicho en el primer turno, más defensa de los argumentos propios de cada partido y reproches al equipo de Gobierno. Pero la función terminó como se esperaba, con las Ordenanzas Fiscales aprobadas y a debatir por otros asuntos.