Manualidades para recordar los orígenes

La Asociación Rodina conmemora la fiesta nacional de Bulgaria con un taller infantil de artesanía tradicional.

A finales del siglo XIX, tras la guerra ruso-turca, el tratado de San Stefano determinaba la independencia de Bulgaria el 3 de marzo de 1878, fecha en la que el pueblo búlgaro celebra desde entonces su fiesta nacional. Los búlgaros no sólo residentes en el propio país, sino los que se reparten por los cinco continentes, celebran esta fiesta con una serie de actividades con las que no sólo conmemoran la efeméride que cambió el rumbo de su historia como nación, sino que también les sirven para afianzar y divulgar sus costumbres tradicionales.

A miles de kilómetros de su país, la comunidad búlgara que reside en Segovia también tuvo en cuenta esta celebración, y la Asociación Cultural Rodina, que agrupa a la mayor parte de este colectivo que reside en Segovia, programó ayer una serie de actividades en la sede de su asociación especialmente orientadas a los niños y vinculadas a las tradiciones y a la historia.

La sala de usos múltiples de la sede de la asociación, ubicada en el barrio de Nueva Segovia, se transformó ayer en un pequeño taller de artesanía en el que cerca de una decena de niños y niñas se instruyeron en aprender algunas técnicas artesanales muy populares en Bulgaria. Así, los jóvenes aprendices, dirigidos por las manos expertas de monitoras de la asociación, pudieron llevar a cabo muñecos tradicionales con cucharas de madera, a los que la imaginación infantil dio vida transformándoles en distintos personajes.

También los niños practicaron pirografía -grabación de dibujos y formas a fuego sobre una superficie de madera- y reprodujeron a través de maquetas 3D de papel y cartón edificios representativos de patrimonio cultural del país.

La jornada concluyó con la proyección de un video sobre las tradiciones y las costumbres de Bulgaria.