Pilar Sanz espera que las últimas detenciones frenen la oleada de robos de cable

El alcalde de Maderuelo, Santiago Bayo, visitó a la subdelegada del Gobierno para pedir un aumento de la vigilancia de la Guardia Civil.

La subdelegada del Gobierno en Segovia, Pilar Sanz, se mostró ayer confiada en que la última operación llevada a cabo por la Guardia Civil de Ávila contra los ladrones de cable telefónico, en la que la pasada semana se detuvieron a una docena de personas, frene la oleada de robos que se ha producido en la provincia de Segovia a lo largo del presente verano. Sanz apuntó que “presuntamente, algunos de los componentes de la red desmantelada son autores de este tipo de robos en Segovia”.

La subdelegada del Gobierno participó tal convicción al alcalde de Maderuelo, Santiago Bayo, con quien ayer mantuvo una entrevista, en el transcurso de la cual el regidor manifestó la “preocupación” del vecindario por la situación creada —el pueblo lleva cerca de un mes sin servicio telefónico—, posicionándose además a favor de un endurecimiento de las penas por este tipo de delitos.

En declaraciones a esta Redacción, Sanz reconoció que la provincia de Segovia lleva “dos meses especialmente complicados” en lo relativo a robos de cable telefónico, si bien quiso salir en defensa del trabajo que realiza la Guardia Civil para la resolución de este tipo de delitos, “no solo en Maderuelo y su comarca, sino en toda la provincia y Castilla y León”. La subdelegada insistió en que los agentes de la Guardia Civil prosiguen con sus investigaciones para esclarecer los robos, realizando “un gran esfuerzo” para extender lo máximo posible la vigilancia al medio rural de la provincia. No obstante, Sanz advirtió de la dificultad del trabajo, al ser Segovia “una provincia extensa y con grandes zonas muy despobladas”. En ese sentido, reveló que, en algunos casos, los ladrones cortan el cable y lo dejan en el suelo, acudiendo días después tranquilamente a recogerlo.

La subdelegada del Gobierno dijo haber constatado que, en la mayoría de los robos, “los daños materiales que se producen son más cuantiosos que el importe del cable que se llevan”. A pesar de esta situación, “los jueces juzgan por el importe del material robado, que suele ser escaso” y, por tanto, las penas que deben cumplir los delincuentes suelen ser cortas. Sanz se posicionó a favor de quienes piden un endurecimiento del castigo para este tipo de delitos, y adelantó que el nuevo Código Penal contempla un incremento de las penas en caso de reincidencia.

En el encuentro mantenido por Sanz y Bayo se analizó la situación existente en Maderuelo, pueblo que lleva cerca de un mes sin servicio telefónico a causa de los sucesivos robos de cable. La compañía Telefónica, que se considera “una víctima más de esta situación”, ha asegurado que ahora tiene el problema de la obtención de cable por la falta de ‘stock’ del fabricante, derivada del aumento de robos en toda España ocurrida este verano. “En cuanto llegue el cobre, ese mismo día, reponemos (la línea). Esperemos que sea a finales de esta semana o la que viene, si no hay más retrasos”, manifestaron el miércoles fuente de Telefónica.

PRECEDENTES

Maderuelo está sufriendo sobremanera este verano los robos de cable telefónico. Pero no es la primera vez que ocurre en la villa medieval. Ya el pasado mes de marzo, la Guardia Civil detuvo a ocho personas por el robo de cable en el estación de ferrocarril de Maderuelo; de las que seis fueron sorprendidas cuando intentaban arrancar el cable con la bola de enganche de un turismo, mientras que los otros dos fueron interceptados en Fuentespina (Burgos) después de una persecución en la que participaron agentes de las comandancias de Segovia y Burgos.

Los dos últimos detenidos, al observar la presencia de agentes, emprendieron una veloz huida, y en un camino de tierra al que accedieron, dado que circulaban a más de 130 kilómetros por hora, los arrestados perdieron el control del coche y sufrieron un accidente. Ambos tuvieron que ser evacuados por una dotación sanitaria del Sacyl hasta el hospital comarcal Santos Reyes de Aranda de Duero, donde tras ser atendidos fueron detenidos. Se trataba de un hondureño y un español, que llevaban en ese momento 50 metros de cable.