Segovia se entrega a la Pasión

Miles de personas siguieron el recorrido de la más multitudinaria Procesión de los Pasos de los últimos años Los clarines y timbales del escuadrón a caballo de la Guardia Real marcaron el ritmo del cortejo.

En el que será sin duda un largo camino hacia la ansiada declaración de Interés Turístico Nacional para la Segoviana, la de 2014 demostró con claridad el enorme potencial que tiene para ser incluída en el selecto grupo de celebraciones devocionales que ya gozan de este título en toda España. El enorme gentío que siguió los traslados procesionales de las cofradías el Jueves Santo fue el preludio de una multitudinaria presencia de público en la «Procesión de los Pasos» del Viernes Santo, que llenó por completo el recorrido que separa la Catedral de la Plaza del Azoguejo. Aunque algunas fuentes cifran en 20.000 el número de personas que presenciaron la procesión, la Policía Local no quiso aventurar ninguna cifra, ya que la afluencia de público fue «constante pero intermitente», por lo que no resulta fácil contabilizar los participantes. La Plaza Mayor, la calle de San Juan y el Azoguejo fueron los puntos neurálgicos en los que se registraron las mayores concentraciones de personas para seguir la procesión, que partió con extrema puntualidad a las 20,30 horas desde la Puerta de San Frutos de la Catedral.

El buen tiempo, con temperaturas por encima de los 23 grados en las horas centrales del día y de 15 grados al caer la noche, hizo posible una masiva presencia de público en la procesión central de la Semana Santa; y también restó nerviosismo y tensión a la organización de la Junta de Cofradías, que pudo desplegar todo el operativo sin complicaciones.

Si el pasado año la Catedral era un hervidero de nervios debido a la incertidumbre del mal tiempo, este año, las cofradías pudieron preparar en el interior del primer templo de la diócesis su participación en la procesión con absoluta tranquilidad, donde hubo tiempo no sólo para perfilar todos los detalles de pasos y cofrades, sino también para llevarse un recuerdo en forma de foto junto a los pasos que custodian. Pese a ello, quince minutos antes del inicio de la procesión, los presidentes de las cofradías y hermandades se reunieron en la sacristía de la Catedral para poner en común los últimos detalles de la organización.

Los clarines y timbales del escuadrón de la Guardia Real anunciaron con sus redobles y sonidos el inicio de la procesión, cuyo ritmo marcaron durante todo el trayecto. Así, la salida de los pasos de la Catedral se realizó con una cadencia más lenta que en años anteriores, con el fin de dar distancia a las cofradías y que sus bandas pudieran interpretar las marchas procesionales sin solapar sus sonidos.

Así , desde la salida de la Catedral «La Oración en el Huerto» de la cofradía de San Lorenzo hasta la de la Soledad Dolorosa de la cofradía de Santa Eulalia pasaron casi dos horas, en las que el público congregado pudo disfrutar de la belleza de las imágenes religiosas que atesoran las cofradías segovianas.

Durante el recorrido, el público mostró en todo momento su entrega total a la procesión, y en algunos tramos llegó a haber aplausos para la música de las bandas de cornetas y tambores, que sirvieron como premio a su trabajo de meses de ensayo en sus respectivas parroquias.

Después de traspasar el Acueducto, las cofradías pusieron fin a la procesión, prolongada con el regreso a sus parroquias de origen, donde las imágenes regresaron al lugar en el que son veneradas por cofrades y feligreses. Un año más, la parroquia de Santa Eulalia ofreció uno de los momentos más emotivos de la Semana Santa segoviana con el regreso de la Soledad Dolorosa tras la procesión, donde centenares de devotos esperaban su llegada en las inmediaciones del templo.