Atilano Soto defiende el proceso que llevó a Caja Segovia a integrarse en Bankia

El presidente de la entidad compareció ayer en rueda de prensa para explicar los pasos que se han dado y por qué fracasaron otras opciones.

“Ha sido un martirio” y “hemos hecho un esfuerzo gigantesco”. Con estas palabras resumía ayer Atilano Soto, presidente de Caja Segovia, los diferentes procesos que se iniciaron en 2008 para la integración de la entidad con otras cajas y que culminó en 2010 con la creación del Banco Financiero y de Ahorros (BFA) y el grupo Bankia.

Soto sostuvo ayer en rueda de prensa que el consejo de la Caja tomó la decisión que creía más acertada, apostó por el “proyecto mejor”, “que era la gran oportunidad” y concluyó que “no siempre gana el que juega mejor”.

Además sostuvo que esas decisiones fueron tomadas “por cuasi unanimidad en el consejo de administración y sus procedimientos han estado siempre, en todas las fases, ajustados a la más exquisita ortodoxia administrativa”.

Añadió que la integración en el BFA contó con las autorizaciones o anuencias del Banco de España, Ministerio de Economía, Tribunal de la Competencia, Comisión Nacional del Mercado de Valores, Consejería de Economía de Castilla y León y dos auditorías externas, así como lo que considera el consentimiento “de la sociedad segoviana en una buena medida y de las entidades e instituciones de la provincia”.

Durante más de una hora, el presidente de la entidad explicó uno a uno los proyectos de integración anteriores, empezando por el intento de creación de una gran caja en Castilla y León que implicaba a las seis existentes en 2008. Afirmó que no fue posible porque el protocolo fue desechado en la única caja que lo sometió al visto bueno de su consejo y, “ante la derrota asegurada”, el resto, incluyendo Caja Segovia, no siguió adelante.

Falló así mismo la incorporación a la fusión entre Caja España y Caja Duero “porque se nos aconseja que no es el momento; las dos están definiendo ya sus necesidades y no parece bien que entre un tercero”, señaló.

La siguiente fase suponía entrar en el proyecto de Banca Cívica pero el presidente de Caja Segovia mantuvo que se produjo “un trato tan discriminatorio que donde íbamos a ir parecía un club privado y entrábamos por la puerta de servicio».

A partir de ese momento, los responsables de la entidad optan ya abiertamente por la opción liderada por Caja Madrid, lo que hoy es Bankia, un proyecto que Soto califica, a pesar de los últimos acontecimientos, de “potente y atractivo”. “¿Quién iba a decir en 2010 que no?”, se preguntó.

Sin embargo, admitió que desde entonces hasta ahora “han cambiado las reglas”, “las estrategias” y el detonante fue la reunión en Barcelona del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, con los directores de los tres principales bancos españoles, aprovechando el encuentro de gobernadores de los bancos centrales de la UE.

Sin embargo, Soto quiso reiterar que lo que se ha producido ha sido la entrada de capital del Estado en la entidad “en una medida muy importante que supone la nacionalización al menos parcial, pero no ha habido intervención”.

Soto indicó que las relaciones con el Banco de España han sido duras en estos años, “que nos obligo a buscar la integración con otras cajas” y aseguró, además, que “el regulador ha cambiado el paso varias veces, como también lo hace Bruselas”.

“Lo futurible es que hubiera sido con Banca Cívica o otro grupo pero sabemos cómo están otros” y citó, por ejemplo, la situación de la caja gallega “intervenida en el 92%”.

Vender patrimonio.- Atilano Soto, presidente de Caja Segovia, afirmó ayer que no es que la entidad vaya a deshacerse de su patrimonio pero que es un valor en sí mismo y “estam0s en condiciones de vender haga falta o no porque hay inmuebles que ocupan tiempo y un gasto de dinero”.

El patrimonio de las cajas “lo está vendiendo todo el mundo pero estamos hablando de locales no necesarios en este momento para la Obra Social o la actividad de la Caja”.

En su opinión, si fuera necesario, sería un activo a tener en cuenta para mantener la actividad de la Obra Social y Cultural.

El director general de la entidad, Fernando Tapias, comentó que en el edificio de la oficina principal es ahora propiedad de Bankia, a excepción de dos plantas y el salón de actos de la Bajada del Carmen, conocido como Sala Caja Segovia.