Con el objetivo de concienciar al alumnado del Grado en Turismo sobre la trascendencia de promover un turismo accesible para todos, se ha desarrollado esta Jornada que ha subrayado las dificultades a las que se enfrentan diariamente las personas que tienen alguna discapacidad física, sensorial o cognitiva. También se ha incidido en aquellas personas que sufren otras enfermedades o que por cuestiones de edad pueden surgirles problemas a la hora de realizar visitas turísticas o culturales.
El vicerrector del Campus de Segovia, Agustín García Matilla, inauguraba este evento destacando a los asistentes que “vuestra titulación trata de dar felicidad en los tiempos de ocio y esta jornada es esencial para buscar esa especialización cuya prioridad debe ser ayudar a construir personas solidarias”. Por su parte, la coordinadora del Comité del Grado en Turismo, Mamen Garrido, incidía en que “aunque la concienciación por responder a las necesidades de un turismo accesible para todos ha mejorado en las últimas décadas, tenemos la responsabilidad de completar la formación en las aulas de los futuros profesionales del sector turístico, instándoles a que reflexionen sobre los aspectos a mejorar para potenciar su sensibilización en este campo”. También formaba parte de la mesa inaugural Rafael de la Puente, técnico del Secretariado de Asuntos Sociales de la Universidad de Valladolid. Como impulsor de esta Jornada, de la Puente aseguraba que es básico “dar a conocer la diversidad, así como sensibilizar a los futuros profesionales para que tengan en cuenta esta realidad”.

La Jornada comenzaba con una conferencia impartida por Esther Marín, técnico de Accesibilidad Cognitiva de Plena Inclusión Castilla y León, junto con Manuel Carro, que trabaja como validador de Espacios Turísticos. Los ponentes planteaban a los asistentes qué obstáculos se puede encontrar la gente al viajar, centrándose especialmente en las personas con discapacidad intelectual. Algunos de los problemas expuestos han sido los referentes a la lectura de los folletos y los paneles, así como la problemática accesibilidad a algunos monumentos, museo y otros espacios turísticos. Manuel Carro compartía ejemplos prácticos del proceso de evaluación que lleva a cabo, desde el acceso al transporte público, a la iluminación de los espacios o la señalización para llegar hasta estos lugares, afirmando que “me encanta validar porque ayudo a hacer un mundo mejor. Mi papel es ver las dificultades que tiene un espacio para poder llegar solos a un determinado sitio o si un folleto tiene lectura fácil”. En este sentido, Esther Marín apuntaba algunas de las características que deben tener estos documentos para ser considerados como tal, que van desde la utilización de frases cortas, evitar siglas, acrónimos o frases hechas que necesiten contextualizarse. La función de los validadores también supone una integración laboral para estas personas.

La ponente de Impulsa Igualdad, Elizabel Arija, apuntaba que “el turismo accesible nos beneficia a todos; si bien no todo ha de ser 100% accesible por restricciones básicamente económicas, los beneficios sociales que se derivan de la implementación de medidas de accesibilidad son múltiples, creando infinidad de oportunidades para las personas con discapacidad”. Todas estas cuestiones contribuyen muy positivamente a la mejora de la imagen de la zona y constituyen un nicho de mercado reciente y con interesantes perspectivas. La cadena de accesibilidad a la hora de organizar un viaje es fundamental, desde la planificación e información, transporte, alojamiento, hostelería y restauración, etc.
Finalmente, Vanesa Pérez, técnico del Área de Calidad y Producto de la Empresa Municipal de Turismo de Segovia, detallaba en su ponencia las medidas de atención a los turistas con necesidades de accesibilidad en nuestra ciudad: “Segovia nació para ser inaccesible porque es una ciudad medieval, pero es nuestro reto y nuestro trabajo diario hacer de Segovia un destino accesible”. Pérez ha compartido con los asistentes las labores realizadas para hacer posible esta idea, así como la emoción de muchos testimonios entrañables de visitantes con discapacidad que ven satisfechas sus necesidades.
