Estado Islámico secuestra a 200 personas en una protesta contra el terrorismo en Anbar

La organización Estado Islámico secuestro a 200 personas que participaban en una protesta contra el en la localidad iraquí de Rutba, provincia de Anbar, según informaron durante la jornada de ayer fuentes del gobierno local. “Cientos de personas salieron a las calles de Rutba ayer por la noche en el funeral de un hombre, Nathir al Kubaisi, ejecutado por Estado Islámico delante de su familia”, según explicó por su parte el portavoz el Consejo Provincial de Anbar, Bassem Eid Ammash, a Shafaq News.

“Tras el entierro, los asistentes comenzaron a manifestarse contra Estado Islámico y sus prácticas, momento en el que la organización comenzó a ‘arrestar' a cerca de 200 personas”, añadió Ammash. “La organización disparó balas para dispersar a los participantes y los secuestrados fueron transferidos a las cárceles de Estado Islámico en la ciudad, para desesperación de los ciudadanos”, concluyó el funcionario.

El Estado Islámico ha ejecutado a un total de 91 personas en Siria entre el 29 de julio y el 29 de agosto, incluidos 39 de sus propios milicianos, según ha podido documentar el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. “El OSDH ha podido documentar la ejecución de 91 personas en el 14º mes tras la proclamación del autodenominado califato”, informó el propio OSDH, una organización con sede en Londres pero con una amplia red de informantes dentro del país árabe.

Además, entre los ejecutados hay 32 civiles, tres de ellas mujeres, un periodista, 11 milicianos de otros grupos rebeldes e islamistas sirios y al menos 9 miembros de las fuerzas gubernamentales y sus aliados. La mayoría han sido decapitados. Estas ejecuciones han sido justificadas por supuestos delitos de brujería, insultos a Alá, sodomía, adulterio, algún tipo de bandidaje, cooperación con la “coalición de los cruzados” o con el régimen alauí y delitos contra la propiedad.

Con este balance, desde la proclamación del Califato el pasado 29 de junio de 2014, han sido ejecutadas un total de 3.156 personas, incluidos 1.841 civiles entre los que figuran 76 menores y 95 mujeres. El método utilizado fue el fusilamiento y la decapitación, además de lapidación, defenestración o enterramiento.