3.000 almas, un equipo

El pabellón Pedro Delgado completa su aforo con los aficionados del Naturpellet Segovia para compartir el sueño del ascenso junto con la plantilla de Diego Gacimartín.

«Segovia es de Primera» se respiraba. Todavía no lo es matemáticamente, pero ayer quedó patente que su afición pertenece a la élite de este deporte. Los aledaños del Pedro Delgado se enfundaron su traje de postín desde primera hora de la tarde para rendir un homenaje al fútbol sala. La Catedral se quedó pequeña, con la presencia de casi 3.000 almas que llevaron en volandas al Naturpellet en su camino por aterrizar en la máxima categoría. Jugadores y público se fundieron en un idilio que solo empañó un partido disputado en Murcia. No obstante, el romance aunó una unión que irá de la mano a Rivas.

A pleno pulmón gritó la ciudad que este equipo quiere y debe ascender. Adultos y niños llegados desde distintos puntos de la provincia tiñeron de colorido el lienzo segoviano al unísono de charanga, con la simiente de alzar a la plantilla de Diego Gacimartín a la Primera División.

Ayer Segovia fue la de las grandes ocasiones. La que se echó a la calle, la que diluyó su voz hasta la afonía, la que nunca dejó creer y la que se presenciará -de una forma u otra- en el pabellón madrileño Parque Sureste donde se jugará su particular final contra el Rivas.

La fuente de Santo Tomás tendrá que esperar, pero la vuelta a la cancha de todos los integrantes del Naturpellet concluído el encuentro entre aplausos y ovaciones fue gloria de Puerta Grande.

Los protagonistas, que están tallando la historia del escudo del Segovia Futsal, se deshicieron en elogios hacia sus seguidores agradeciendo el apoyo brindado. “El empuje que nos mostraron desde el primer minuto hizo que sacáramos el partido hacia adelante. Si seguimos en nuestra línea -llevan 18 enfrentamientos consecutivos sin conocer la derrota-, el ascenso llegará”, subrayó el ala Alvarito una vez consumido el duelo ante el Cidade de Narón.

Borja Blanco, por su parte, reconoció: “Es un lujo jugar con tantas personas animándote. Hicimos nuestro trabajo y Antequera el suyo. Dependemos de nosotros mismos y ojalá la próxima semana podamos cumplir el objetivo y traer la mejor de las alegrías a este público que se lo merece todo.”

Ahora el cosquilleo se traslada al sábado, 8 de abril, donde el compromiso tomará parte a las 18.00 horas. Una nueva cita en la que el Naturpellet confía en que sea la última de este curso y ver así consumado su sueño y poner el broche a una temporada de oro.