La vida sigue igual (de bien)

La Segoviana ningunea al Astorga y deja sentenciada su victoria a casi media hora para el final

La Gimnástica Segoviana ha cogido la buenísima costumbre de rentabilizar el precio de la entrada a los aficionados que, cada día en mayor número, suben al campo de La Albuera a desafiar al frío, pero también a disfrutar del juego de un equipo, el de Abraham García, que no ha cambiado ni un ápice del que se llevó una tremenda ovación al cerrar con victoria sobre el Unionistas el 2016. Dos semanas después, ya en 2017, el conjunto azulgrana se volvió a hacer merecedor de la felicitación de sus seguidores, y de los del equipo contrario. Algo tiene el agua cuando la bendicen.

El duelo ante el Atlético Astorga era un partido de cuatro puntos, los tres en juego más el gol/average que puede ser importante al final de la temporada, teniendo en cuenta la igualdad entre los tres primeros. Pero no quiso Abraham que este hecho hiciera variar las señas de identidad de su equipo, que salió de nuevo decidido a ser protagonista con el balón, poblando el centro del campo de jugadores de calidad, y dejando las bandas a los laterales que el técnico pretendía que fueran de largo recorrido.

Pero delante de la Segoviana se colocó un Astorga que fue una auténtica roca durante cuarenta minutos. Paulino Martínez quiso un partido largo, con su equipo bien colocado en su propia parcela de terreno, cerrando todos los espacios sobre todo en la zona de tres cuartos, donde en ocasiones se notaba la falta de ritmo tanto de Dani Calleja como de Ayrton, y colocando a Diego a la espalda de Borja Plaza buscando la sorpresa en unas contras que llegaban con cuentagotas, más o menos como las ocasiones de gol para la Segoviana, que durante casi toda la primera parte percutió por el centro sin fortuna, forzó varios saques de esquina que no se remataron por muy poco (y el único que fue a portería tras cabezazo de Anel fue sacado por Pablo en buena intervención) y por momentos tuvo la sensación de no encontrar la manera de romper la muralla maragata, un hecho al que tampoco contribuían los continuos resbalones de los jugadores.

De los nervios, al 1-0 Llegada la primera media hora de partido, los locales comenzaron a dar síntomas de estar perdiendo la paciencia, y un par de contragolpes del Astorga terminaron sin remates a portería, pero sí con la sensación de que las tornas del choque comenzaban a girarse. Los visitantes se vinieron arriba un momento… y encajaron el primer gol fruto de un robo de Manu, al que el esférico golpeó en la mano aunque dio la impresión de que en acción involuntaria. El balón llegó a Fernán, que se marcó un sprint de más de cuarenta metros con el balón controlado hasta llegar al área pequeña, donde envió un pase al segundo palo que se encontró con la bota de Bardal, quien desvió la trayectoria al primer palo, sorprendiendo a Pablo.

El 1-0 hizo el efecto del cuchillo abriendo el melón del partido que hasta entonces había permanecido muy cerrado. El Astorga encajó muy mal el golpe inesperado a muy poco para el descanso, y ese fue el momento que aprovechó la Segoviana para intentar rematarlo antes de que el árbitro señalara el final de la primera parte. Así, Dani Arribas recogió un balón en la derecha, se perfiló hacia el centro sin más objetivo que la portería, y enganchó un zurdazo marca de la casa que entró ajustado al palo de la meta visitante. Golazo para hacer el 2-0, y dejar al Astorga prácticamente K.O. Tanto que a punto estuvo Ayrton de anotar el tercero tras presionar una cesión a Pablo, que el portero maragato llevó a estrellar el balón en el cuerpo del delantero azulgrana.

De un equipo como el Atlético Astorga podía esperarse que variara su planteamiento en el descanso, y buscara con el fútbol de toque que se sabe que tiene la portería local. Pero una cosa es la teoría, y otra bien diferente la práctica de un segundo tiempo en el que los visitantes, cierto es, adelantaron sus líneas, pero con un peligro relativo, léase un par de saques de esquina, y dos acciones de mano a mano de Roberto Puente y Diego con Facundo que un asistente de mano rápida invalidó por fuera de juego.

La Segoviana pasó a esperar su ocasión, presionando con insistencia la salida del balón del Astorga y forzando buenas acciones ofensivas hasta que, en una de esas recuperaciones, Fernán avanzó metros, y con un lanzamiento que se envenenó tras rozar en la pierna de su defensor anotó el 3-0. Y, con los ecos de los aplausos de los espectadores aún resonando en La Albuera, en un nuevo contragolpe Dani Arribas asistió a Fernán, que cerró una gran tarde a nivel personal con el 4-0 que dejaba el partido sentenciado cuando aún restaban veinticinco minutos para la conclusión.

El trabajo hecho De manera lógica el choque bajó su ritmo, sobre todo por el lado azulgrana, ya con el trabajo hecho. pero el Astorga tardó en comprender que aún tenía una opción de poder igualar el gol/average. Diego puso el 4-1 en un remate en el segundo palo, y hubo un poco de inquietud en la grada, no por la victoria que estaba asegurada, sino porque un segundo gol hubiera propiciado un empate en la diferencia de goles. Pero la entrada en el campo de Domingo, Guille y Víctor Pérez dejó al Astorga sin más opciones ofensivas, la Segoviana pudo incluso haber marcado un quinto gol, y al final del encuentro la sensación que quedó fue que por La Albuera han pasado el tercer clasificado, el cuarto y el quinto, y todos se han marchado con derrotas contundentes. La Segoviana continúa segunda, porque el Cristo Atlético no falla, pero esto es una carrera de fondo, y el equipo azulgrana está muy bien situado para acabar la liga con una gran sonrisa.