El Papa Francisco abre la puerta a una posible visita a Ávila y Alba de Tormes

El Papa Francisco abrió ayer la puerta a una posible visita a España, un viaje que, según sus propias palabras, “no está decidido”, según reveló a los periodistas en el vuelo de regreso al Vaticano tras su viaje apostólico por Corea del Sur.

“Los miembros de la Realeza me han invitado y me invitó el Episcopado, pero hay muchas invitaciones para ir a España: Santiago de Compostela… Pero no voy a decir más porque no está decidido. Quizá es posible ir por la mañana a Ávila y Alba de Tormes (Salamanca) y regresar por la tarde. ¿Sería posible?. No está decidido”, respondió el Santo Padre a preguntas de los periodistas sobre los próximos viajes del Papa, según detalló Radio Vaticano.

Ante estas declaraciones, el obispo de Ávila, Jesús García Burillo, manifestó que esta posible visita causa mucha “alegría” entre los miembros de la iglesia abulense y todos sus ciudadanos.

A la espera de la “confirmación oficial” del viaje, García Burillo recalcó que las palabras del Papa “llenan de inmensa alegría” a la Diócesis “ante la probabilidad real de contar con su presencia en una efeméride de tanta importancia como la que vamos a celebrar en nuestra diócesis”, informó en un comunicado.

“Acogemos esta noticia con gran gozo y satisfacción”, añadió, indicando que “todos los españoles, y los abulenses en particular, hemos de disponer nuestro espíritu para acoger la previsible visita del Santo Padre que pondría el punto culminante a las celebraciones en honor de Santa Teresa de Jesús, hija singular de la Iglesia”.

Invitaciones

El pasado 23 de junio, Francisco recibió en audiencia al presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ricardo Blázquez Pérez; el vicepresidente de la CEE, Carlos Osoro, y el secretario general, José María Gil Tamayo, quienes trasladaron al Papa la invitación de visitar España, según recuerdan desde la CEE.

Esta invitación ya se produjo durante la visita ‘Ad Limina Apostolorum’ que realizaron los obispos españoles el pasado mes de febrero de este año. En la misma, divididos en grupos de siete u ocho, y durante dos semanas, los prelados expusieron al Santo Padre la situación de sus respectivas diócesis y respondieron a sus preguntas, además de hacer extensiva la citada invitación.