Urdangarín desvincula a la Infanta y asegura que el Rey no le asesoró

El Duque declara ante el juez que el Monarca le instó a que cesara sus actividades «inadecuadas».

La Casa Real «no opinó, asesoró, autorizó o avaló» las actividades que Iñaki Urdangarín desarrollaba en el Instituto Nóos, según afirmó ayer el Duque de Palma en los juzgados de la capital balear ante el magistrado José Castro.

Antes de comenzar a responder las preguntas del togado, el exdeportista expresó su deseo de leer un comunicado que, según fuentes jurídicas, fue leído con tono solemne por el imputado.

«Quiero declarar que, como consecuencia de la entrega y difusión de determinados correos presuntamente relacionados con este procedimiento, se ha producido un desplazamiento del foco de esta instrucción, de los hechos propiamente dichos hacia un proceso público al pretendido papel de la Casa Real en los mismos», comenzaba el escrito.

«A este respecto, declaro que la Casa de Su Majestad el Rey no opinó, asesoró, autorizó o avaló las actividades que yo desarrollaba en el Instituto Nóos», continuó.

«Por el contrario, cuando tuvo conocimiento de la existencia de reproches políticos a las Administraciones públicas contratantes, la Casa Real me trasladó las recomendaciones oportunas para que dejara de realizar una actividad que no consideraba adecuada para mi status institucional y así lo hice», finalizó el Duque.

Tras leer esta declaración, Urdangarín respondió al juez Castro y a los cuatro fiscales anticorrupción de las islas que, por primera vez, coincidieron en un mismo interrogatorio.

El exjugador de balonmano insistió en sus contestaciones en que la Infanta Cristina no tenía nada que ver con los negocios de Nóos, al tiempo que negó tener cualquier tipo de cuenta bancaria en el extranjero, ni ningún testaferro para desviar fondos procedentes de la firma. Además, reiteró que abandonó el Instituto en el 2006, cuando se desvinculó totalmente de esta empresa.

Asimismo, señaló que no tenía capacidad de poder de gestión en la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social a la que se incorporó tras desvincularse del Instituto Nóos.

Respecto a la comisión de un posible delito fiscal, Urdangarín aseguró que él «tenía asesores y confiaba ellos», pero que si se ha cometido alguna irregularidad administrativa, la asumirá.

Durante su declaración, el Duque negó que mantuviera una reunión en 2004 en la Zarzuela con el expresidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberà, para hablar de un foro deportivo de la ciudad. Sin embargo, esas palabras contradicen la versión que dio el pasado sábado el exsocio de Urdangarín, Diego Torres, que reveló ante el magistrado la celebración del citado encuentro. Por ello, el juez Castro pedirá a la Zarzuela el libro de visitas para comprobar cuál de las dos versiones es la verdadera. El propio Camps aseguró la pasada semana que no existió tal cita.

Además, el abogado del Duque, Mario Pascual Vives, anunció que impugnará los correos electrónicos entregados a la causa por Diego Torres, con el objetivo de que no constituyan prueba lícita en el marco de este procedimiento judicial. No obstante, el exdeportista fue ofreciendo explicaciones sobre el contenido de cada uno de los correos electrónicos sobre los que fue interpelado. Así, negó haber obtenido benefició por apoyar la candidatura olímpica de Madrid 2016.