Seis meses de cárcel por tirar del coche a su mujer embarazada

Durante el juicio, tanto la víctima como su marido negaron los hechos. El juez prohíbe al acusado acercarse a su pareja en dos años a pesar de que serán padres este mes

El Juzgado de lo Penal número 4 de Valladolid ha condenado a una pena de seis meses y un día de cárcel a un joven de origen marroquí por un delito de maltrato en el ámbito familiar sobre su mujer, con la que discutió el pasado 9 de marzo en el interior de la furgoneta que ocupaban en la Plaza de Las Brígidas y a quien arrojó a la vía cuando se hallaba en avanzado estado de gestación.

La condena implica además que el citado joven no podrá acercarse a la víctima durante un año, seis meses y un día; todo ello a pesar de que la pareja espera un bebé que podría nacer este mismo mes.

La fiscal del caso había solicitado para el acusado una condena de nueve meses de cárcel y la prohibición de acercarse a su pareja por espacio de dos años, frente a la petición absolutoria de su defensa, que, además de rechazar la comisión del citado delito, incidió en las consecuencias humanas y familiares de una posible sentencia condenatoria.

Durante la vista, el acusado negó haber golpeado y arrojado a su esposa de la furgoneta, pero sí reconoció que discutió con ella porque él se disponía a realizar un viaje a Marruecos, donde iba a participar en una tradicional fiesta del caballo, y ella pretendía acompañarle, algo que él no veía conveniente debido a se encontraba en los últimos meses del embarazo.

Su versión fue corroborada por la aludida, quien sostuvo que se apeó voluntariamente del vehículo pero que al poner el pie perdió el equilibrio y cayó al suelo debido a que sufría un esguince de tobillo anterior.

Dos testigos que presenciaron los hechos ocurridos en la confluencia de la calle Gardoqui y la Plaza de las Brígidas, un abogado y un profesor, ratificaron las declaraciones presentadas en su momento en comisaría, con la particularidad de que el primero vio a la víctima ya caída en el suelo y el segundo presenció cómo salía despedida de la furgoneta, aunque sin precisar si fruto de un empujón o de forma accidental.

El letrado testigo de lo ocurrido, cuya declaración tuvo gran peso en el fallo del juzgador, confirmó que al acercarse a la mujer para auxiliarla, ésta le reconoció que había sido empujada, mientras que el docente explicó que llegó a ver al acusado golpear a la víctima en un hombro.

En su informe final, el defensor del acusado recordó que en este tipo de delitos el objetivo es preservar la paz familiar, “bien jurídico protegido que quedaría quebrado” ante una posible condena, además de las graves consecuencias que tendría para la pareja, que sigue viviendo con total normalidad. A ello, añadió el hecho de que la mujer dará a luz a final de este mes y el único sustento familiar es el sueldo que percibe el marido como repartidor en una gran superficie comercial.

Como ejemplo de la buena relación de la pareja, el defensor, que calificó el episodio protagonizado por su defendido como un “exceso gestual”, recordó que el mismo día en que el ahora condenado declaró en el Edificio de los Juzgados, en la calle Angustias, fue puesto en libertad y salió ya entonces del inmueble de la mano de su supuesta víctima. La pareja convive desde hace cinco años y ella es madre de una menor de 14 años fruto de una relación anterior.