La agencia de calificación de riesgo Moody’s ha advertido de que las comunidades autónomas españolas no podrán cumplir el objetivo de déficit del 1,3% este año, pese a los recortes abordados, que afectan sobre todo a la educación y la sanidad.
En un informe emitido ayer, la calificadora dejó constancia de que las regiones españolas tomaron medidas de austeridad y recortaron los gastos, especialmente en los apartados antes mencionados.
Ello ha permitido ralentizar el crecimiento de los desembolsos operativos, que en los últimos cinco ejercicios aumentó una media anual del 9%.
Los últimos datos revelan que los gastos se redujeron en el tercer trimestre en un 1,3%, comparado con un crecimiento del 0,3% en el segundo trimestre.
Sin embargo, avisó la firma, este esfuerzo no será suficiente, dado que los ingresos también cayeron, un 3% entre julio y septiembre, aunque esta cifra está ocho décimas por debajo del trimestre anterior.
«Estos esfuerzos serán insuficientes para evitar que se supere el objetivo de déficit del 1,3% del PIB para el conjunto del año», señaló la agencia.
«Como resultado -sostuvo Moody’s- mantenemos nuestra previsión de que las regiones probablemente excederán su objetivo en al menos un punto porcentual», lo que implica valoraciones negativas de crédito.
En los primeros nueve meses del año, el déficit de las comunidades autónomas se situó en el 1,19% del PIB, una centésima menos que en los primeros seis meses de 2011.
Aunque hasta septiembre esta suma se situó todavía por debajo del objetivo del 1,3%, la agencia de calificación vio poco probable que se mantenga así, dado que «la mayor parte del gasto de las comunidades se produce en el último trimestre del año».
Como prueba, explicó que el año pasado, el déficit en el tercer trimestre fue del 1,2%, y en la última parte del año saltó hasta el 2,8.
Hasta el noveno mes de este año, el déficit operativo alcanzó los 5.100 millones de euros, lo que supone el 5,7% de sus ingresos.
A la cabeza se encuentran Cataluña (que cuenta con una calificación Baa2 con perspectiva negativa), Castilla-La Mancha (Ba2 con posible revisión a la baja), y la Comunidad Valenciana (Baa2 con perspectiva negativa).
La deuda operativa de Cataluña era de 2.100 millones de euros, el de Castilla-La Mancha de 1.200 millones, y el de la Comunidad Valenciana con 1.100 millones.
En términos generales, los Gobiernos regionales «han llevado a cabo un notable esfuerzo de recortes», que afecta sobre todo a los gastos de capital, que cayeron en a septiembre en un 14,7% con respecto al año anterior.
El nuevo Ejecutivo del Partido Popular, apuntó Moody’s, deberá «hacer frente al problema fiscal de las comunidades autónomas, porque amenazan con aumentar las cifras nacionales de déficit para el próximo año».
Aunque el cumplimiento de los objetivos de deuda regional tienen poco impacto en el corto plazo, la calificadora indicó que son «importantes para devolver la confianza a los mercados».